Raúl Vera y su polémico apoyo a la comunidad gay en Saltillo

En estos últimos días ha causado polémica  a nivel nacional e internacional y sobre todo en las esferas conservadoras de la Iglesia por apoyar al movimiento gay en su diócesis. Apoyo la creación de un  grupo gay llamado “San Elredo” fundado por el Sacerdote Robert Coogan quienes a través de la página oficial del Obispado de Saltillo (ver aquí  y aqui ) publicaron su postura a favor de la comunidad lésbico gay. Pidió no discriminar a la comunidad lésbico-gay, dijo que sólo en México es nuevo que un prelado haga este tipo de mención porque en otras partes del mundo como en Estados Unidos no se discrimina a esta comunidad. Esto mismo lo afirmo ayer martes 22  en la reunión  del "Plan Diocesano de Renovación Pastoral".

Se ha caracterizado por ser "uno de los críticos más valientes contra las violaciones de derechos humanos en el México de hoy, exponiendo los abusos de las fuerzas armadas y denunciando que la militarización creciente de la vida política en México se ha hecho bajo el paraguas de la guerra contra la delincuencia organizada, la que en realidad a menudo se dirige es hacia jornadas de protesta organizadas por los pobres y los sindicalistas”.

Como una herramienta fundamental en la sensibilización y la capacitación, fundó el Centro Diocesano para los Derechos Humanos Fray Juan de Larios.

Raúl Vera en la Universidad
Originario de Acambaro, Michoacán, nació el 21 de junio de 1945. Antes de ingresar al Seminario curso la carrera de Ingeniero  Químico en la Universidad Nacional Autónoma de México, se graduó en 1968. Ese mismo año ingreso a la Orden de Predicadores (Dominicos). Lo  enviaron a estudiar la licenciatura  en Teología Dogmatica por la Universidad Pontificia de Santo Tomás de Aquino en Roma.

Fue ordenado sacerdote en Roma, por el Papa Paulo VI, el 29 de junio de 1975. Su ministerio se ha caracterizado por trabajar con la juventud, en parroquias de Italia y México. También durante un periodo  trabajó con los campesinos de San Pedro Nexapa, México, comunidad situada al pie de los volcanes Popocatépetl e Ixtazíhuatl (1977-1985).

El 20 de noviembre de 1987 fue nombrado Obispo de Ciudad Altamirano, en el estado  de Guerrero. Fue ordenado Obispo por el mismo Papa Juan Pablo II, en Roma, el 6 de enero de 1988 e inició su servicio en Ciudad Altamirano el 21 de enero del mismo año. Durante su gestión en Ciudad Altamirano,  escribió 14 cartas pastorales con varios temas que ayudaron a implementar el plan de pastoral orgánico de la diócesis. A través de dicho plan fortaleció la unidad de la diócesis. Se preocupó de un modo especial por atender a los pobres, para lo cual fundó el Centro Atención y Promoción Social “Juan Navarro Ramírez”.

En Ciudad Altamirano permaneció como obispo hasta el 14 de agosto de 1995, fecha en que el Papa lo nombró Obispo Coadjutor en la Diócesis de San Cristóbal de Las Casas. Ahí llegó a tomar posesión de su cargo el 4 de octubre de ese mismo año. Junto a don Samuel Ruiz García, obispo de esa diócesis, trabajó en la realización y culminación del III Sínodo Diocesano. Se ocupó de la formación de los diáconos permanentes, para lo cual, siempre con don Samuel, colaboró en el Directorio para el Diaconado Permanente Indígena. Visitó toda la diócesis, hasta las comunidades más lejanas. Aunque se dice que fue impuesto como coadjutor para frenar el avance de Samuel Ruiz y la llamada Teología de la liberación, causo sorpresa que uniera esfuerzos para apoyar a Samuel Ruiz en su proyecto pastoral.

De un modo especial trabajó con el Obispo Samuel Ruiz y con las instancias diocesanas para apoyar el proceso de paz y reconciliación, cuestión prioritaria para el trabajo pastoral de la Diócesis de San Cristóbal de las Casas ante el conflicto armado iniciado el 1 de enero de 1994. 

Permaneció en Chiapas hasta el 30 de diciembre de 1999, fecha en que fue nombrado por el Papa Juan Pablo II, Obispo de Saltillo. Tomó posesión de este cargo el 20 de marzo del año 2000. En esta diócesis se ha preocupado por iniciar un Plan Orgánico de Pastoral, se ha fortalecido la Comisión que trabaja para la promoción del Clero. En el proceso organizativo de la diócesis, busca integrar a los institutos de Vida Consagrada al proceso orgánico de pastoral. De manera muy particular, por medio de Congresos Diocesanos con distintos motivos y en las Asambleas Diocesanas, ha querido que se escuche la voz de los laicos.

Ha iniciado un trabajo desde la diócesis a favor de la promoción y defensa de los derechos humanos a través de un Centro Diocesano para los Derechos Humanos. Está trabajando a favor de los migrantes: el comedor para los migrantes de Ciudad Acuña (ahora en la hermana Diócesis de Piedras Negras), pasó a ser una Casa del Migrante con servicios integrales para ellos y ellas. En Saltillo se ha fundado otra casa: “Belén, Posada del Migrante”, como parte del proyecto “Frontera con Justicia”. 

En la Conferencia del Episcopado Mexicano ha sido miembro del Consejo Permanente, ha presidido la Comisión Episcopal para la Vida Consagrada y ha sido miembro de la Comisión para la Paz y la Reconciliación en Chiapas. 

Es Presidente del Centro para la Atención a las Misiones Indígenas (CENAMI) y del Movimiento para la Paz con Justicia y Dignidad.

En una entrevista con aciprensa,  el coordinador de dicha organización afirmo: "nosotros estamos luchando por una aceptación de la gente para dignificar a las personas, no estamos luchando porque en la Iglesia se cambien los preceptos ni se cambien los conceptos que son milenarios y que desde siempre lo hemos sabido". 

"Don Raúl Vera -agregó- es una de las personas que apoyan a la Comunidad, no por el hecho de ser una comunidad gay ni porque vayamos a escandalizar ni nada de eso, sino desde el punto de vista humanístico, es un defensor de derechos humanos, y lo que menos quiere es que la gente sufra, y sufra discriminación y uno de los sectores que sufrimos discriminación somos nosotros como homosexuales".

"Aquí en la diócesis de Saltillo, don Raúl nos ha hecho parte de la misma y nos ha apoyado con sus enseñanzas y también nos ha jalado las orejas, también nos dice que hay preceptos de la Iglesia que no se pueden cambiar". 

Padre Robert Coogan
Sobre el Foro de la Diversidad, (ver aquí) el Coordinador de San Elredo explicó que se trata de "un foro de información hacia la comunidad en general, cristianos o no cristianos, católicos o no católicos, quien quiera conocer más acerca de lo que hace la comunidad gay". 

"El propósito de este tipo de charlas es que la gente conozca que entre dos mujeres, dos hombres, pueden criar un hijo y viven de lo más normal y de lo más común. Hay gente que tiene niños y los cuida la abuela y la madre y no por eso quiere decir que van a ser gays, sino darle un punto de vista diferente al que todo el mundo tenemos acerca de la maternidad o la paternidad. No atentando contra la familia y no atentando contra los principios familiares, sino darles una opción de que las familias homoparentales son igual que las familias heterosexuales", señala.

Respecto del celibato en las relaciones homosexuales, el dirigente señaló que "hay mucha gente que prefiere el celibato, pero hay otra gente que quiere ejercer su sexualidad...nosotros no podemos mandar en su vida privada ni nada, nosotros lo único que hacemos es acercarlos a Dios". 

Recordemos que la Iglesia ensenia sobre la homosexualidad y está resumida en tres artículos del Catecismo de la Iglesia Católica; 2357, 2358 y 2359. En estos artículos la Iglesia enseña que:

Los homosexuales "deben ser acogidos con respeto, compasión y delicadeza. Se evitará, respecto a ellos, todo signo de discriminación injusta".

La homosexualidad, como tendencia es "objetivamente desordenada", que "constituye para la mayoría de ellos (los homosexuales) una auténtica prueba". 

Apoyado en la Sagrada Escritura "la Tradición ha declarado siempre que "los actos homosexuales son intrínsecamente desordenados", "no proceden de una verdadera complementariedad afectiva y sexual" y por tanto "no pueden recibir aprobación en ningún caso".

"Las personas homosexuales están llamadas a la castidad" y "mediante el apoyo de una amistad desinteresada, de la oración y la gracia sacramental, pueden y deben acercarse gradual y resueltamente a la perfección cristiana".

 Veamos pues que pasará, si sus detractores, los más conservadores lograran que el Vaticano lo amoneste por “apoyar” a un sector de la población que la Iglesia no ha tomado mucho en cuenta, solo existe un grupo pastoral que apoya con la autorización del Vaticano a los homosexuales y  es Courage latino. Habrá que poner atención y no dejarse llevar por la información tendenciosa de los medios, que muchas veces causan división en la misma Iglesia.

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