El destape del
Cardenal Amigo Vallejo ya tenía una intención, la intención de varios Obispos
españoles, de posicionar al Arzobispo de Valladolid como el fuerte candidato a
presidir la Conferencia de Obispos españoles, y lo lograron. Blazquez es ahora
el presidente de los Obispos católicos de España.
Los Obispos españoles
buscan un liderazgo uniforme sin favoritismos, un liderazgo que el mismo
Papa Francisco ha propuesto desde que fue elegido. El problema de esta elección es que se beneficiara al 100
por ciento el Camino Neocatecumenal, que si bien ha hecho algún bien a la
Iglesia su manera sectaria de actuar le
quita muchos aciertos.
Ahorita la moda es ser un pastor cercano, “pastores con olor
de oveja”, tal como lo ha propuesto el Papa Francisco, y muchos Obispos han
cambiado su manera de ser para quedar bien con el Papa, sobretodo los Obispos “polígamos”
y “arribistas”.
Aunque algunos sectores de la Iglesia lo identifiquen con un
Obispo tranquilo, dialogante, contrario al autoritarismo de Rouco Varela, el
cual muchos obispos ya estaban cansados. Blazquez trae bajo la manga intereses de algunos grupos que buscan posicionarse.
Si bien la elección de Blazquez seria un error para algunos, para otros es la
oportunidad de un respiro, después del largo periodo del anterior Presidente,
quien el tiempo lo jubila.
Esperan una presidencia dialogante y promotora de la unidad
episcopal, solo el tiempo, el primer periodo, de Blazquez lo dirá, esperemos a
ver que pasa.