Josef Wesolowski era conocido entre los niños de la calle como “el gringo”. Ellos no sabían que el hombre que bajaba de un auto lujoso vestido de paisano no era ni gringo ni americano, sino era polaco y era el mismo representante del Papa en su país. Pero los niños que iban a saber. El pagaba por sexo a grupos de pedofilia para acostarse mas con niños que con niñas. Varios colaboradores del ex Arzobispo sabían de su debilidad, incluso lo acompañaban a las reuniones que organizaba un selecto grupo de hombres que compartían los mismos gustos por las bebidas exóticas y por el sexo con menores de edad. En ese grupo había políticos, empresarios, clérigos y gente que podía pagar sumas fuertes de dinero por pasar la noche con niños en lujosas casas en la capital de República Dominicana.
El Vaticano guardo silencio ante el caso del Nuncio de República Dominicana. Y es que el problema no es pequeño, es enorme, y arrastra a varios miembros de la Nunciatura en Dominicana así como a otros que se encuentran en Roma. Ante este descarado silencio del Vaticano un grupo de laicos se organizo, con el apoyo de la asociación Mujer y Salud, quienes se movieron para registrar mas de 1800 firmas de personas de 40 países diferentes. Decidieron enviar la carta al Vaticano en ella expresan su repudio e indignación por los casos de pederastia clerical acaecidos en República Dominicana por lo menos en los últimos 30 años. Ellos piden que no solo sea competencia de la justicia eclesiástica sino también de la justicia civil.
Otro caso de corrupción encubierto por la Iglesia tanto Universal como Dominicana, porque el Cardenal Nicolas Lopez Rodriguez sabia de la depravada vida del Nuncio pero nunca dijo nada, al menos como debería decir, aunque afirma que aviso al Vaticano, pero no fue hasta que un grupo de laicos y sacerdotes investigaron y enviaron a la prensa, esto obligo al Cardenal a admitirlo públicamente antes de que los medios lo dijeran.
Se pide justicia para que el ex Arzobispo quien vive plácidamente entre Polonia y Roma sea extraditado a República Dominicana para ser juzgado por las leyes nacionales, ¿pasará?, obvio que no, aunque Francisco quiera, la maquinaria interna de la Santa Sede no permitiría que esto suceda, y como Francisco no tiene mucha autoridad al interior de la Iglesia es difícil que esto suceda, aunque podría suceder, y aquí veríamos la capacidad de Francisco y su equipo de manejar esta situación, tan penosa como molesta.