“Si me equivoco, prefiero
equivocarme con el Papa” San Juan Bosco
Francisco esta trabajando a
contra reloj. Tiene muy en cuenta que la Iglesia necesita una remodelación
total y adecuarse a los tiempos modernos, también sabe que, al igual que su Santo patrono San Francisco de Asís, urge
una transformación.
El Papa sabe que se
enfrentará a sectores muy poderosos al interior de la Iglesia que quieren
evitar a toda costa una reforma en la misma, estos sectores que viven plácidamente
en su “espacio de confort”, eh ahí la
razón por el miedo al cambio.
El pasado sábado 6 de
septiembre Francisco en su homilía (ver aquí) sorprendió, y a la vez enviaba
las señales de lo que tiene pensado hacer. En esta interesante homilía matutina
Francisco decía: “el cristiano no debe
ser esclavo de tantas pequeñas leyes, sino abrir el corazón al mandamiento nuevo del
amor”. Y afirmo tajantemente: El Evangelio “es novedad”, Jesús nos pide que
“dejemos de lado las estructuras caducas”.
Dios ha permitido que
grandes personas entren en la historia de la Iglesia para transformarla en
momentos de estancamiento. Quienes han
contribuido a la transformación de la Iglesia son ahora Santos, muchos de ellos
sin doctorados ni estudios en grandes universidades, ni con ostentosos cargos en la Iglesia, destacan
San Francisco de Asís, Santa Catalina de
Siena, Santa Teresa de Ávila, San Benito de Nursia, San Juan de Ávila y Santa
Teresa de Jesús, entre otros, quienes
con la venia de Dios contribuyeron a la
transformación de la Iglesia.
Y como diría el
Obispo auxiliar de Madrid en una visita a la Parroquia de Santa Ángela de la
Cruz hace unos años, don Cesar Franco, en cuestión entre la relación Iglesia y
mundo: “la Iglesia siempre será David frente a Goliat, sólo puede apoyarse en
Cristo, nunca luchará en igualdad de condiciones con el mundo actual, y no debe
pretender hacerlo. La razón es clara: la fuerza está en la Cruz y no en el
marketing que podamos hacer”.
Y es que al
interior de la Iglesia existe una clara tensión en lo referente a la reforma de
la misma, parece que muchos sectores, sobretodo el conservador viven con miedo.
La esencia de la Iglesia es la misma, esa no debe cambiar, mas bien la Iglesia
debe adecuarse a los cambios que vive la humanidad, y es por eso la urgente
necesidad que ve Francisco para que la Iglesia se reforme y siga creciendo,
llegando a los alejados. Eso si tomando
en cuenta que el Evangelio siempre será novedad y su mensaje siempre es actual
y no cambia.
Es valida la
frase que dio el teólogo calvinista en el sínodo de Dordrecht (1618 – 1619)
Gisbert Voetius: «Ecclesia semper
reformanda est», y en cierta
razón se aplica a la Iglesia católica, por que la Iglesia es un ente vivo y un
ente vivo constantemente se esta reformando.
La Iglesia
vive un ambiente de estancamiento en estos tiempos en que nos ha tocado vivir,
pareciera que ni el Concilio Vaticano II se ha puesto en práctica en su totalidad.
El Papa debe
tener mucha agudeza, y en cierto punto
creo que la esta poniendo en práctica,
por que tampoco debemos ser como los pseudo tradicionalistas, que han
secuestrado la Tradición y pretenden vivir en pleno siglo XXI como si fuera el
siglo XVI o como los “liberales” que
quieren ver todo de manera moderna y adecuar todo a su antojo y conveniencia.
Jesucristo ni
fue conservador ni fue liberal, fue humano, y todo lo baso en el AMOR, ahí esta la clave.
Y el Papa sabe muy bien esto, porque su plan de trabajo esta basado en la
misericordia y en el amor.
2015 será un tiempo de cambio y reforma para la
Iglesia, el Papa Francisco ha convocado al Sinodo de la Familia para este año
venidero. Para esto Francisco ha lanzado 39 preguntas a todo el orbe católico,
a través de los Obispos, para entender como va el caminar de la Iglesia en
estos temas.
Este abordará
temas como la sexualidad, el matrimonio, los hijos, el control de la natalidad,
los separados, los divorciados vueltos a casar y la participación en los
sacramentos.
El nivel de
preocupación de los católicos sobre estas materias es muy alto. Por lo mismo,
la frustración o la satisfacción con los resultados del Sínodo pueden ser
grandes.
Las respuestas a las 39 preguntas que el mismo Papa dirigió a fines de 2013 a todo el Pueblo de Dios, son coincidentes: existe una enorme distancia entre lo que lo que la jerarquía enseña en materia de moral sexual y lo que los católicos piensan y practican. Esta distancia, con el pasar de los años, no solo ha sido causa de grandes sufrimientos, sino que se acrecienta. De acuerdo a los informes de las iglesias de Alemania, Bélgica, Francia, Japón y Suiza –las únicas respuestas hechas públicas-, el abismo detectado afecta principalmente a la enseñanza oficial contraria a los métodos artificiales de control de natalidad, a la comunión de los divorciados vueltos a casar y a la posibilidad de una vida sexual fuera del matrimonio (relaciones prematrimoniales, convivencias hetero y homo sexual). El Instrumentum laboris –documento base del sínodo preparatorio que tendrá lugar en octubre próximo, el cual recoge los informes de los episcopados de todo el mundo- concluye prácticamente lo mismo, con la diferencia de dar mejor cuenta de la inmensa complejidad del tema y por reflejar un mayor celo doctrinal.
No perdamos de
vista a algunos sectores al interior de la Iglesia que están empeñados en
aguadar la transformación de Francisco, sectores que se dicen conservadores pero
que actúan mas como escribas y fariseos, que pretenderán confundir al rebaño
fiel. Y también debemos tener cuidado
con los supuestos liberales quienes querrán hacer suya la causa de Francisco.
Estos pseudo conservadores son los nuevos escribas y
fariseos, son laicos, obispos y
Cardenales que no están de acuerdo con el cambio y la transformación de la
Iglesia. Los católicos austriacos, suizos, alemanes y suecos ya han iniciado
los vientos de cambio, Benedicto XVI se contuvo ante esto, por que sabía que es
necesaria la reforma, pero también sabía que no era el momento de iniciarla,
esta le tocaría a otro Papa, quizá a Francisco le toca empezarla pero no
acabarla.
El caso es que
la reforma viene, y como diría el entonces Cardenal Ratzinger en una
conferencia sobre reforma en 1990, y que fue editada por Ediciones Encuentro de
Madrid, titulada “Ser cristiano en la era neopagana”. En esta conferencia
Ratzinger afirmo que el centro personal
de la reforma es la moral, la expiación y el perdón, afirma “A partir del núcleo de la fe
se abre así cada vez más la vía de la renovación para cada uno de nosotros,
para la Iglesia en su conjunto y para la humanidad”.
Ante la ola de mentiras y comentarios milenaristas que muchos grupos
pseudo tradis han estado difundiendo sobre el Papa y sus supuestos errores y profecías, yo
aplico lo que mi abuela me enseño, católico con el Papa es católico, Católico sin el Papa es protestante, así que como diría
San Juan Bosco: “Si me equivoco, prefiero equivocarme con el Papa”.