BELGICA: LAS PROPUESTAS DE MONSEÑOR BONNY SOBRE MORAL





Se están preparando los motores del Sínodo de la Familia, convocado por Francisco y ya se empiezan a escuchar voces de los Pastores en todo el orbe, el Obispo de Amberes envió una carta-documento  al Vaticano y a varios Obispos  dando a conocer su postura a manera de sugerencia.



Oficinas del Obispado de Amberes


Se llama Johan Jozef Bonny, tiene 59 años, fue ordenado Sacerdote a los 25 años en 1980. Se ordenó para el clero de la diócesis de Brujas. Tiene dos poderosos protectores en el episcopado belga, se trata de los Cardenales Godfried Danneels a quien sucedió y que ahora es Arzobispo Cardenal de Malinas – Bruselas y del influyente Cardenal Walter Kasper ex presidente del Pontificio Concejo de la unidad de los Cristianos a quien se le conoce como el principal promotor de las propuestas sobre la postura de la Iglesia en lo que a divorcio, homosexualidad y nulidad matrimonial se refiere..

Monseñor Bonny en su carta al Papa y a ciertos dicasterios pide un cambio de enfoque y lenguaje en tono a diferentes realidades consideradas “irregulares” por la actual doctrina católica. Propone que la Iglesia católica abandone su “actitud defensiva” a estas realidades y sostiene que “merecen mayor respeto y un juicio más matizado” de lo que plantea el actual magisterio católico.

El Obispo afirma que esta propuesta que hace se debe a unas vivencias que ha tenido con numerosos fieles “Como obispo, he tenido ya que escuchar bastante irritación. Un hermano se enfada porque su hermana se ha vuelto a casar y no puede ya leer en la Eucaristía. Un padre reclama más comprensión para su hijo homosexual que se siente rechazado por la Iglesia. Una abuela no puede entender por qué el párroco no quiere bendecir la relación de su nieta con un hombre divorciado. Incluso si estas personas se hacen preguntas sobre el camino vital de sus allegados, aunque hubieran preferido otra situación y aunque tengan pesar, no se dejan vencer. Para estas personas, esta solidaridad es un signo importante de la solidaridad de Dios con toda persona, sea lo que sea que le ocurra. Tal y como lo perciben, la Iglesia no puede quedarse atrás en lo que toca al apoyo y hospitalidad del que ellos siguen dando testimonio en el seno de la familia”.

La carta de Bonny, obispo de una diócesis europea importante, ha llamado además la atención por estar redactada en unos términos más francos y sencillos de lo habitual en este tipo de documentos. “No recuerdo que un obispo haya manejado un lenguaje tan claro a propósito de la problemática en torno al matrimonio y la homosexualidad”, ha afirmado al respecto Thomas Knieps, teólogo de la Universidad Católica de Lovaina.

Está por ver en cualquier caso qué efecto real tienen estas palabras en el próximo Sínodo, ya que lo previsible es que la mayoría de los obispos sostengan posturas bastante más conservadoras. No hay que olvidar a este respecto el resultado de la consulta previa a toda la Iglesia (que no siempre se tradujo en que los cuestionarios llegaran a las bases), que de forma general mostró una división entre Europa y Norteamérica (donde quedó patente la discrepancia con la doctrina oficial) y África y América Latina (donde era mayoritario el alineamiento con la misma). Por lo demás, conviene recordar que el documento preparatorio no contempla ningún cambio doctrinal en lo referido a la homosexualidad. Como máximo, considera la posible educación en la fe cristiana de los hijos de las familias homoparentales, buscando eso sí las maneras de solventar las “dudas razonables sobre la capacidad efectiva de educar cristianamente al niño de parte de personas del mismo sexo”.

El documento consta de 22 paginas, algo largo para una carta, entre risas afirmo en una entrevista, pero el mismo dijo que no pensó hacerlo tan extenso. Pero el esta consciente de que estas ideas son básicas de por donde debe de ir la propuesta de cambio que la Iglesia necesita. 




El documento se puede leer completo en francés y en el sitio oficial de la diócesis de Amberes aquí y aquí.