DIOCESIS DE AGUASCALIENTES: EL OBISPO ENFERMO E INCAPACITADO PARA GOBERNAR





El Obispo....sin poderse mover por si solo
Desde hace algunas entregas hemos hablado de la diócesis de Aguascalientes (ver aquí), ubicada en el centro de México, tierra de mártires. La ingobernabilidad episcopal que se vive es alarmante. La enfermedad del Obispo y los pleitos  internos de los cotos clericales del poder están mermando el catolicismo de una de las diócesis con mayor  tradición católica en ese país.


En Aguascalientes todo mundo sabe que el Obispo José María de la Torre no esta  gobernando la diócesis como se debe. También es muy notoria la ausencia del Obispo en muchas de las actividades diocesanas, incluso, ya se le ha visto en varias ocasiones moverse en silla de ruedas.

En el mismo Obispado es secreto a voces el mal que le aqueja, y es que en una de las tantas  borracheras del Obispo, este se resbalo lastimándose la cadera. Este  rumorcillo se encuentra albergado desde hace unos meses  en las oficinas del obispado de Aguascalientes.

Los Curas felices, la vida homosexual de algunos de ellos, los que viven con sus amantes  y los pedófilos están haciendo de las suyas, no se diga de los dinereros, y es que el Obispo no tiene cara para recriminarles  su doble vida ni para  ponerlos en cintura, mucho menos tiene autoridad moral, puesto que la vida de mal testimonio dada por el Obispo es  de dominio publico.
El triunvirato que gobierna la diócesis esta encabezado  por el Vicario General Raúl Sosa, el Canciller de la diócesis Juan Carlos Tostado Montes y por el Canónigo Luis Estrada Avelar quien ostenta el cargo de custodio de Catedral. Y es que ellos tres saben muy bien los apetitos mundanos del Obispo de Aguascalientes, por eso hacen y deshacen, moviendo, favoreciendo y promoviendo a sus  amigos. Aquí quienes sufren son los Sacerdotes que están haciendo su labor de apostolado de manera desinteresada.

Que ha hecho o que pecado ha cometido la comunidad de Aguascalientes al tener a sendos dirigentes alcohólicos, como el Obispo y el mismo Gobernador, quienes departen sus tertulias  muy seguido.

¿Acaso le interesa al Vaticano la problemática que se vive en esta iglesia particular?, ¿Por qué no actúa  en este tipo de problemas tan delicados? ¿Por qué permite que  el mal testimonio de Obispos y Sacerdotes mermen las filas católicas? Estas son  unas de las tantas interrogantes que surgen entre los católicos de esta y otras diócesis mexicanas que se encuentran sumidas en corrupción clerical.

Lo que si es un hecho es que la jerarquía de la Iglesia católica en México esta contribuyendo a engrosar las filas de ateos y sectas.