Bergoglio, Gustavo Gutiérrez y la Teología de la liberación


En días pasados se dio a conocer un acontecimiento en el Vaticano que ha encendido, de por si, los focos rojos en el ala conservadora de la Iglesia. Se trata de la intempestiva visita al Vaticano del principal líder ideológico de la teología de la liberación Gustavo Gutierrez.


El Vaticano anunció que no estaba prevista una visita, y que ni siquiera estaba el nombre del Padre Gustavo Gutiérrez en la lista de audiencias privadas del Papa. Fue una maniobra inteligente de parte del Vaticano, porque  si Gutiérrez era recibido de manera oficial en el Vaticano en audiencia siguiendo todos los protocolos causaria molestia en ciertos sectores de la Iglesia, de por si ya alebrestados con Bergoglio. Entonces lo mas natural era  hacer una visita expontanea y hacerla pasar por medio de la Congregación para la Doctrina de la Fe, en este caso por su titular el Cardenal  Gerhard Muller, y así no comprometer a Francisco.

Es bien sabido en el Vaticano que el Cardenal Muller es intimo amigo del peruano Gustavo Gutiérrez, ambos cada año desde hace mucho tiempo se reunen en Lima para compartir tertulias y acrecentar la amistad. Era bien sabido que al ascenso de Muller en el Vaticano Gutiérrez y la teología tendrían al menos una ventanita abierta en el corazón de la Iglesia, a la llegada de Francisco y al nombrar a Muller como Cardenal  no solo se abrió la ventana sino la puerta de par en par, pero de manera indirecta, porque aunque el Papa  en la praxis es promotor nato de esta corriente teológica, se ha sugerido que se mantenga al margen, por aquello de herir susceptibilidades. 

La primer entrada de Gutiérrez al Vaticano se dio en aras de semblantear el terreno, y fue mediante la publicación de un ensayo en el  L'Observatore Romano, extracto que salió en la publicación de un libro escrito por el Cardenal Muller, la publicación no causo controversia, ni hubo reacciones, si acaso se sacaron comentarios en notas de prensa y blogs regionales, sobretodo en español, pero no hubo  algo mas de lo normal, esto dio la pauta para que el Padre Gutiérrez siguiera con el segundo paso, la del encuentro con Francisco mediante una visita espontanea.
Gutiérrez y Muller

Entonces se manejo que  el Cardenal Muller solicitó al Papa que recibiera a su amigo Gustavo Gutiérrez en audiencia privada no planificada, y Bergoglio aceptó.

Gustavo Gutiérrez es un Sacerdote peruano de 85 años que es considerado  el principal ideologo y promotor de la Teología de la Liberación (TL) medico, Sacerdote,  Doctor honoris causa por la universidad de Yale en 2009 y premio Príncipe de Asturias en 2003. DEsde que empezo a tener problemas por el ultra conservador Arzobispo de Lima y hoy Cardenal Juan Luis Cipriani por  no compartir la misma concepción teológica Gutierrez decidió hacer religioso, y la orden de los dominicos lo acogio a finales de los años 90s.

Gutiérrez ha sido un  feroz critico del sistema tanto neoliberal como clerical, la Teolgía de la liberación fue ferozmente combatida desde México hasta Argentina, cientos de curas  se unieron a esta propuesta que surgió después del Vaticano II y que tocó auge  entre los 60s y los 80s sobretodo en latinoamerica.

La T.L. pretende interpretar la escritura a través de la difícil situación de los pobres, en cierto punto se podría decir que  es una doctrina humanística,  de hecho toda teología es liberadora, pero al parecer se vició al conjuntarse con las ideas marxistas que imperaban en Sudamérica, y muchos de sus promotores justificaron esta corriente y motivaron a los laicos y sus movimientos a luchar por sus  derechos, muchos sacerdotes dejaron el púlpito por tomar las armas, muchos en su mayoría jesuitas instaron a miles de laicos (a través de las comunidades de base) en todo el continente a rebelarse contra el sistema y la T.L. se volvió marxista, situación que encendió los focos rojos del Vaticano y empezó a limpiar la zona, destituyendo a Sacerdotes, congelandolos, cambiando Obispos, cerrando seminarios, imponiendo  Obispos con ideología conservadora, por eso el Pontificado de San Juan Pablo II se conoció como un pontificado de corte conservador que al final se creyó que la T.L. había sido sepultada.

Pienso que la T.L.  es una buena propuesta para los desafíos actuales, desde luego bien llevada y evitando el fanatismo y poniendo por encima de todo el servicio y la espiritualidad cristocentrica. No es malo ver o promover a un Cristo liberador, puesto que eso es.


Bergoglio conoció de fondo lo que era la T.L.,  por dos razones, por un lado su formación jesuítica en tiempos de mayor efervescencia de  esta  propuesta teológica y por otro lado la génesis de una corriente de la T.L. en Argentina con características propias, un poco mas moderadas.



El caso es que la Teología de la Liberación en su más puro esplendor necesitó separarse del marxismo para poder llegar agonizante a esta etapa de la historia,después de una fuerte persecución ideológica por parte de la cúpula de la Iglesia católica y ahora Gustavo Gutiérrez ya puede morir tranquilo, ha cumplido dos sueños, el primero ver a un Papa afín a su propuesta teológica y ser aceptado por el Vaticano.  

No es que la Teología de la Liberación sea justificada por Francisco con esta visita de Gutiérrez al Vaticano, mucho menos  que se alabe el trabajo de este movimiento  que para muchos ya estaba muerto, pero que aun sigue vivo en algunos lugares de Latinoamerica, es mas bien un mensaje al mundo de que el Vaticano  equilibra sus aguas ni tan liberal ni tan conservador, sino moderado. El tiempo lo dirá.