La Paz, México: el ocaso de un ciclo episcopal


Son dos Iglesias particulares que están en la misma  zona, incluso comparten la misma península, una en el norte y otra en el Sur, las separan 1.476 kilómetros de distancia en auto.


En ambas se respira un ambiente enrarecido, en Tijuana  mientras unos claman justicia por la  penosa situación que se vive, otros temen la llegada de un Obispo de mano dura que ponga en orden la casa, y para esto urge, mientras tanto que en la Paz el ambiente enrarecido en los últimos días hace suponer a propios y extraños que su actual Obispo Don Miguel Ángel Alba Díaz, un regio sin pelos en la lengua dejara la diócesis.

En la Paz los rumores cada ves de su salida son mas fuertes, mientras que el Obispo conserva la calma y se mantiene sereno. El clero y algunos laicos cercanos a los círculos eclesiales ya dan por hecho la salida. Están tristes por que se va un gran Pastor con olor a Oveja, un hombre discreto, sencillo, trabajador directo y sin doblés  y les pesa no tanto que se vaya, sino que otra iglesia no lo sepa aprovechar.

Alba Díaz sabe que se consagró para servir y esta consciente que si de dar la vida se trata, trabajando lo haría con gusto.

Mientras el rumor se acerca cada día mas, algunos del clero de Tijuana estan asustados al grado de que andan inventando que su salud es delicada, que desde luego no es cierto. Salió de una operación reciente bien, y se apresta a recibir su nombramiento, a estas altuas, es probable que  sepa y es que tres Arquidiocesis por defecto quedaran  vacantes en los proximos días: Yucatán, Morelia y las diocesis de Ciudad Juarez, ademas estan vacantes: Orizaba y San Andrés Tuxtla. Y desde luego Tijuana que le urge un Arzobispo Coadjutor.

Es un hecho de que don Miguel se va, pero después de la última cosecha que le toca sacar en esta iglesia particular, las ordenaciones del  jueves.  ¿A donde?, el lo sabe, pero pinta para Tijuana, ¡Dios lo cuide!