Cuentan que hace varios meses un amigo de Francisco en una de esas tertulias a las que el Papa le gusta tener con sus allegados colaboradores en Santa Marta y donde algunas de las veces cocina, le comentaron sobre los Cardenales incómodos, no para su Papado, sino para la misma Iglesia, en un improvisado papel Francisco a puño y letra anoto los nombres de varios de ellos, una lista considerable, aunque muchos de los que estaban ahí sobrepasan los 80 años, Bergoglio pidió a su amigo que se asesorara con un experto para ver como el Papa podría intervenir.
El rumor ya se escuchaba en los pasillos vaticanos. Se notaba en Francisco un ligero malestar al escuchar o hablar del tema. Y es que muchos pensaban que con la renuncia anunciada del Arzobispo de San Andrews y Edimburgo en Escocia el 25 de febrero de 2013 se había cerrado un capitulo más de este delicado caso.
Fue el ultimo acto heroico de Benedicto XVI, uno de los tantos informes que venían en el dossier que entrego luego a Francisco. Cuentan que en ese informe venia detallada todo acerca del Cardenal británico, y que estabe resaltado un letrero que decía "investigación en curso". Francisco se dio a la tarea de indagar, frecuetemente preguntaba a Charles Scicluna el influyente promotor de justicia de la Congregación para la Doctrina de la Fe y hoy todopoderoso Arzobispo de Malta, quien llevo a cabo la investigación encomendada y que según palabras del mismo arzobispo se daría a conocer un informe antes de semana santa, obvio que el informe no se haría publico, pero la decisión del Papa fue tajante y es resultado del informe.
Uno de los colaboradores con esta investigación y que logró concentrar la serie de acusaciones de acoso, homosexualidad y escándalo que propicio que el Arzobispo fuera renunciado fue su sucesor, el Arzobispo Leo Cushley quien de ser un simple Sacerdote de la diócesis de Motherwell en Escocia fue elevado a la dignidad Arzobispal a la edad de 52 años, atendiendo el delicado caso del entonces Cardenal.
Y como siempre en la Iglesia se maneja que "el Santo Padre ha aceptado la renuncia" cuando en realidad se trata de una destitución, muchas veces muy a pesar de la decisión del susodicho.
El Vaticano esta mañana dio a conocer la noticia:
Il Santo Padre ha accettato la rinuncia ai diritti e alle prerogative del cardinalato, espresse nei canoni 349, 353 e 356 del Codice di Diritto Canonico, presentata, al termine di un lungo itinerario di preghiera, da Sua Eminenza il signor Cardinale Keith Michael Patrick O’Brien, Arcivescovo emerito di Saint Andrews and Edinburgh. Con questo provvedimento, Sua Santità manifesta a tutti fedeli della Chiesa in Scozia la sua sollecitudine pastorale e li incoraggia a continuare con fiducia il cammino di rinnovamento e di riconciliazione.
La respuesta de la Iglesia después de las investigaciones hechas ha sido tajante y directa, no solo ha renunciado al Arzobispo Keith Michael Patrick O´Brien a los 74 años, sino que después de dos años le ha quitado el titulo de Cardenal.
Ante esta actitud positiva de Francisco muchos son los Obispos y Cardenales que se ponen a temblar ante esta decisión, y es que Francisco sabe que la Iglesia debe ser limpiada desde dentro.
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