Autlán: hermetismo ante la situación de la diócesis

Foto: Eduardo Salas

Autlán se encuentra desde hacia varios años sumida en varios problemas. Nadie ni el ex obispo Gonzalo Galvan habían podido desmantelar el lobby gay y pedofilo que existía en el presbiterio.

Muchos Sacerdotes se preguntaban la razón de por que el Obispo  no hacía nada, por que no intervenía, porque en las reuniones diocesanas el Obispo sacaba el tema y mejor evadía las preguntas de sus Sacerdotes.

El Obispo como amigo, padre y pastor y como dispensador de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial en su diocesis tenia la autoridad para actuar, pero nunca actuó, al contrario encubrió y encumbro a los artífices de su caída.

La inutilidad de Monseñor Gonzálo Galvan fue evidente desde que fue nombrado Obispo, promovido por el mismo Sandoval Iñiguez, quien conocía de primera mano la terrible situación de pedofilia que existe en la diocesis. Y  nunca actúo  en nada.

El pasado 1 de julio arribo de manera discreta acompañado del Nuncio Christhope Pierre, el flamante administrador diocesano, nombramiento dado en la persona del Arzobispo emérito de León Guadalupe Martín Rabago, quien fue uno de los impulsores de la carrera eclesiástica de Galvan Castillo, al salir este del clero de León como Obispo de Autlán en 2004.

La misa de despedida de Galvan estuvo sola y desahirada. Visiblemente triste afirmo que se retira a vivir a León. Cuentan que se empezó a poner enfermo cuando supo que un grupo de abogados de la SNAP empezó a investigar a más de 10 Sacerdotes de su diocesis, ahí empezó todo.

En la homilía de arribo del administrador diocesano este dijo: “Mi trabajo principalmente va a ser estar en contacto con los sacerdotes, quiero reunirme con ellos. De hecho ayer comencé, en el tiempo de sede vacante, la central en este periodo se llama Colegio de Consultores que está formado por diez sacerdotes de diferentes regiones de la diócesis. Con ellos voy a estar trabajando” y también afirmo: “Voy a estar también para las personas, seglares o religiosas que quieran hablar conmigo y que tengan tiempo y disposición. Iré a algunas parroquias que me inviten, a las fiestas patronales o a algún otro evento” Al final agrego: “A toda la diócesis de Autlán quiero saludarla con mucho afecto y mucho respeto e invitarles a que en este momento se intensifique la oración para pedirle al señor que envíe pronto al obispo que esta diócesis necesita”.

Para la mayoría del clero causo extrañeza el nombramiento del Administrador, primero por que es un Arzobispo, que aunque emérito le han dado poder, segundo que haya venido de fuera, cuando en la mayoría de los casos se nombra a un Sacerdote del mismo presbiterio que es quien administra la diocesis en ausencia del Obispo o mientras se nombra uno nuevo.

El caso es que el clero conoce muy bien de que pata cojean cada uno, si bien muchos llevan una doble vida caracterizada por vida homosexual y concubinatos, ademas de malversación de fondos y pedofilia comprobada. El 80 % del clero  de Autlán anda mal, el otro 20 % por temor a represalias prefiere callar y dejar humillarse por quienes ostentan el poder de los lobbys  que con el paso del tiempo han contribuido a la putrefacción clerical.

Ante el hermetismo de la situación que vive Autlán surgen algunas interrogantes: se  ha manejado que el Obispo ha renunciado por cuestiones de salud, pero en realidad el Obispo fue renunciado, si hubiera sido renunciado por su salud de inmediato se hubiera nombrado un sucesor, tal como ocurre en la mayoría de los nombramientos. Dudamos que no haya un Sacerdote u Obispo capaz para dirigir a esta diócesis. Ademas el Administrador  se reunirá con todos los grupos diocesanos y con el presbiterio, ¿acaso sera un auditor disfrazado de administrador?. Ademas el obispo emérito por lo general se queda a vivir en la diocesis donde gobernó, pero Galvan se irá a su diocesis de origen, León, ¿porque razón no se queda en Autlán?, esta y mas interrogantes se hacen los curas de la diocesis, una diocesis que esta en la mira de Roma para re estructurarla.