Brasil: suspenden Arzobispo por malos manejos


Después de una visita canónica, hoy llamadas "visitas fraternas", encabezada por el Arzobispo emérito de Sao Paulo el Cardenal Claudio Hummes.


La arquidiocesis de Passo Fundo con mas de 120 Sacerdotes y casi  60 parroquias fue erigida en 1951 y elevada al rango de Arquidiocesis en 2011. En su historia episcopal ha contado con dos Arzobispos, el último suspendido por el Papa por malos manejos.

Desde poco mas de 8 meses  la oficina de la Congregación de los Obispos estuvo recibiendo cartas de varios Sacerdotes de esa arquidiocesis brasileña, hasta que el caso llego a oídos de Francisco, por su cuenta Bergoglio se informo con sus conocidos y decidió lo que ni un Obispo quiere, la visita canónica.

Francisco pidió a un viejo conocido  que la hiciera, al Cardenal Hummes, la decisión ya estaba tomada, Francisco contaba con pruebas suficientes para destituir al Arzobispo pero tenía que seguir los protocolos para evitar un escándalo. 

La noticia causo revuelo en dicha jurisdicción eclesiástica, al grado que el Arzobispo formado en la congregación de los Salesianos cayó enfermo. La visita canónica fue en Abril, y después de unos meses el Vaticano informó lo que ya había decidido con anterioridad: la remoción del Arzobispo. Como siempre no se informo nada y se mantuvo en total hermetismo, solo se dijo que por enfermedad dejaba de ser Arzobispo y pasaba  a ser emérito con tan solo 63 años.

Monseñor Altieri nació en Sao Paulo en 1951, fue ordenado Sacerdote en 1978 por Monseñor Mendes de Almeida y posteriormente cumplió con varias encomiendas en su congregación. Después fue promovido al episcopado por el mismo Cardenal Majella como Obispo de Caraguatatuba, sufraganea de Aparecida, en 2006. Desde 2012 era Arzobispo de Passo Fundo.

Las constantes cartas de reclamo enviadas al Vaticano tenían varias  constantes: el Obispo despilfarraba el dinero de la Arquidiocesis, protegía a un pequeño lobby clerical con mucha cola que les pisen, ademas de un autoritarismo desmedido con algunos de los miembros de su clero. Estos fueron algunos de los puntos delicados  de los cuales Roma tenía  y que provocaron la destitución del Arzobispo, o sea el Arzobispo no renunció por enfermedad, sino por malos manejos  y para evitar un escándalo.

Queda como Administrador el Obispo de Montenegro, monseñor Paulo Antonio de Conto.

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