Ecuador: la visita del Papa y el oportunista presidente Correa

Foto: EFE


Y Francisco piso suelo Americano. Y lo hizo en Sudamérica, inicio su visita en Ecuador. Una visita anhelada no solo por los católicos sino por el desgastado gobierno de Rafael Correa.


Ecuador vive momentos de gran alegría por la visita de Francisco. El principal impulsor de la visita Papal es el mismo Presidente Correa, tan admirado y respetado por unos y tan odiado y desprestigiado por otros.

Es el segundo mandato de Correa y ha sido hasta ahora un gobierno estable que le apuesta a la soberanía política y a la económica.  Ecuador años atrás vivió momentos tensos en su política, inestabilidad provocada por el derrocamiento de sus presidentes electos. Rafael Corea ganó con la Alianza País, un proyecto político encabezado por la Revolución Ciudadana. La propuesta liberal y revolucionaria de Correa ha ocasionado fricciones con la derecha, quien ha impulsado liderazgos para ponerle piedras en el camino al presidente ecuatoriano.

El caso es que cuando Francisco  subió al poder  Correa de inmediato se movilizó para que el Papa visitará cuanto antes su país, incluso no escatimo en tiempo y recursos para visitar al Pontífice en el Vaticano, hasta que con sus contactos en el Episcopado ecuatoriano logró impulsar la visita papal a su país en un tiempo donde la división política  aparece y  la  popularidad del presidente de Ecuador va en picada.

Francisco y su equipo sabían que la visita del Papa a cualquier país latinoamericano puede ser utilizada para fines políticos, por esa razón Francisco desistió en visitar México en este 2015.

Ante esta situación Francisco prosiguió con el viaje, estando alerta para evitar cualquier gesto de apoyo al gobierno.

 Los medios ecuatorianos han criticado la actitud de Correa a quien se le ha visto sumamente feliz con la visita del Papa, en varias ocasiones los fotógrafos han captado al Presidente reír y platicar con mucha confianza con Francisco, incluso en una de las actividades Correa le canto a Bergoglio.

Correa ha sido quizá autentico al decir que profesa una grande admiración a Francisco, incluso se atrevió a decir que ambos "lideran una revolución común contra la pobreza y las injusticias", si es así habría que preguntárselo al pueblo Ecuatoriano, para que evalué esta frase.

Sin embargo Ecuador pasa por una crisis social y económica,  incluso una serie de protestas por la política de Correa se han hecho sentir en todos los rincones del país, donde  políticos, empresarios, campesinos y trabajadores  han salido a las calles por las medidas económicas  que se han tomado. Parece que la visita papal ha sido utilizada por el gobierno como cortina de humo para distraer  lo que esta pasando.

Los ecuatorianos han quedado sorprendidos  por la actitud de su presidente ante la imponente figura de Bergoglio, y cuestionan si es sincera o si hay algo de trasfondo, lo que hace suponer que si Correa usa la figura del Papa para redituar sus mezquinos intereses entonces la cosa anda mal.

Muchos en Ecuador se han dado cuenta que Correa ha politizado la visita de Francisco para sacar un propio beneficio, en pocas palabras para legitimar su figura, figura que después  de la visita de Bergoglio se irá en picada, por que la gente de a pie en Ecuador sabe interpretar lo que ve.

El mensaje de Francisco es un mensaje de esperanza, de paz y de mejores condiciones para la humanidad y Correa no esta haciendo eso con sus políticas mal implementadas. 

Francisco ha sido muy diplomático con su visita, una visita que le saldrá el tiro por la culata al mismo presidente Correa, ya que  una vez yéndose Francisco iniciará su cuenta regresiva para su destitución, para su derrocamiento, ya que el pueblo ya esta cansado de oportunistas populistas, y es que el grito de ¡Fuera Correa! se esta extendiendo en todos los rincones de Ecuador.

Parece que la visita papal traerá mejores momentos no al Presidente oportunista, como lo ven en su país, sino para la gente misma, que abrirá los ojos para derrocarlo.

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