Ciudad Obregon: una diocesis que merece tener un Obispo Pastor




Han pasado   tres años desde  que publicamos el  primer post sobre la diócesis de Ciudad Obregón. Donde hicimos la denuncia contra el Obispo, principal causante del debacle de la diocesis y hoy  las cosas siguen igual o peor.


Felipe Padilla Cardona esta desmantelando la diócesis sin que el Vaticano haga algo, su afan por el dinero y la buena vida ha hecho que poco a poco este desmantelando  lo que una vez fue una pujante diocesis del norte de México.

Al Obispo no le interesa el cuidado pastoral de la feligresia a la cual se le ha encomendado, a el lo que le interesa es el dinero, y para esto los fieles y los sacerdotes  coinciden.

El Obispo no ha sabido ser un verdadero  amigo, padre y pastor para su clero, a el solo le interesan los Sacerdotes que le dan  donativos o quienes lo silencian con dinero para que no los remueva de su parroquia a causa de llevar una doble vida, para Padilla Cardona es mas importante un Sacerdote que pueda producir dinero en la comunidad encomendada que  uno que acerque a mas almas a la Iglesia. El caso es que esta situación esta ocasionando que los lobbys de poder clericales se fortalezcan, propiciando un debacle moral en el clero de Ciudad Obregón, casos de pederastía encubiertos  por el Obispo, malversación de fondos en la diócesis, concubinatos en un porcentaje elevado de los Sacerdotes, quienes algunos viven una doble vida, parejas homosexuales  y enriquecimiento a costa de los donativos de los fieles. El problema será para el próximo  Obispo quien le costara trabajo restaurar al viciado clero de Ciudad Obregón. Desde luego no todo esta perdido, existen santos y buenos Sacerdotes quienes por miedo o prudencia no alzan la voz, ya que quien piensa en contra de Padilla Cardona es visto como su peor enemigo y este  corre el riesgo de hasta perder su ministerio.

El Obispo Felipe Cardona es capaz de todo con tal de encontrar a sus detractores, incluso puede ser artífice de las peores maquinaciones en contra de ellos, esto cualquier laico lo puede preguntar en sus anteriores destinos, por esa razón existen varias preguntas que todo mundo se hace: ¿cómo llego a ser Obispo este Señor?, ¿porque le rinde culto al dinero y no a Dios?, ¿que hace con el dinero que recibe?, ¿porque solapa a los curas de doble vida, acaso el lleva doble vida?.

La situación de esta diócesis sonorense es delicada, los sacerdotes y los laicos lo saben y con su silencio contribuyen a socavar cada día  que pasa mas a esta iglesia particular, ayudando a que la gente no crea en la Iglesia y se aleje de ella, siendo carnada fácil para las sectas.

La hora de esta diocesis ha llegado y los laicos juegan un papel importante, estos deben denunciar las anomalías que existen, a los medios de comunicación, a la Nunciatura y al Vaticano mismo, si quieren seguir sometidos a un régimen de un Obispo enfermo y que da mal testimonio, entonces deben guardar silencio, es deber y obligación del laico denunciar cuanto antes estas anomalías.

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