Morelos: los miedos de un Gobernador de segunda son las fortalezas de un Obispo de primera





El estado mexicano de Morelos ubicado en el centro de México  vive uno de los  peores momentos de su historia, tanto en lo político como en lo social Morelos se ha vuelto un caos gracias a la desorganización, la ingobernabilidad y la falta de tacto para dirigir un Estado por parte del actual gobernador perredista Graco Ramírez.


Cuernavaca ha tenido buenos y no tan buenos pastores. Fue erigida en 1891, pero hasta 1894 llego su primer Obispo don Fortino Hipolito Vera Talonia, quien gobernó por tan solo tres años. Le sucedió Francisco Plancarte y Navarrete quien duro diez años y después fue promovido a la Arquidiócesis de Linares o Nuevo León (hoy Monterrey), luego le sucedieron Manuel Fulcheri, Francisco Uranga, Francisco González, Alfonso Espino  (quien fue promovido a Monterrey), a este le sucedió Sergio Mendez Arceo quien en su tiempo se le tacho de comunista y se le conocía como el Obispo rojo por ser un Obispo de los pobres y los problemas sociales, luego Juan Jesús Posadas quien fue quien desmanteló todo lo relacionado con Mendez Arceo y como premió  fue promovido a Guadalajara, luego Luis Reynoso Cervantes un Obispo ligado a la masonería, luego siguieron Florencio Olvera y Alfonso Cortes estos últimos les tocó apuntalar la pastoral, desde 2013 Ramon Castro Castro del clero de Tijuana y promovido por Emilio Berlie es el actual Obispo.

El actual gobernador es del partido político denominado de la Revolución Democrática PRD, su carácter voluble y su mezquinidad política le han ganado varios enemigos. Es un hombre indeciso, incumplido, vengativo, engañoso, mentiroso y rapaz. Así es el gobernador de Morelos que es causa de escándalo de muchos.

El Obispo Ramón Castro es un hombre de fe, tenaz, trabajador y pastoral, las circunstancias lo han hecho así, Campeche no tiene nada que ver con Cuernavaca, la diócesis en el territorio de Morelos. Para Graco Ramírez la presencia activa del Obispo Ramón es peligrosa, porque el Obispo despierta la conciencia de la gente, trabaja y esta con los que sufren, por esa razón Castro Castro es un Obispo incomodo, situación que no le incomoda, aunque el propio gobernador lo amedrente o lo ponga en mal con los Obispos vecinos o con el mismo Arzobispo de la Ciudad de México con quien según el lleva una buena amistad.

Lo que Graco Ramírez no sabe o sabía es que el mismo Vaticano sigue atento los pasos y acciones de Ramón Castro, y esto no es mediante el Nuncio, sino mediante otros medios y sistemas que el mismo Vaticano tiene en los países conflictivos.

El problema es que al gobernador de Morelos se le ha salido de control todo, porque los pactos con los grupos del narco no los ha cumplido, el equilibrio se ha vulnerado y la gente esta cansada de la violencia y de los abusos de la autoridad, situación a la que el Obispo ha respondido de manera diplomática y tajante a lo cual el gobierno se ha molestado. En días pasados varias organizaciones civiles encabezadas por el mismo Obispo organizaron una multitudinaria marcha en repudio a la violencia, dicha marcha molestó al gobernador inepto que organizó una contra marcha.

Las cosas se están poniendo pesadas, el crimen organizado molesto ha comenzado a presionar a la Iglesia amedrentando a los Sacerdotes y a los agentes de pastoral. Esto no detiene al Obispo, pero si preocupa a Roma la vulnerabilidad de Castro Castro.




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