Zamora: crisis e ingobernabilidad a causa de las luchas de poder



La crisis moral (en el clero) y de autoridad por la que atraviesa la Diócesis de Zamora cada día es más evidente. Esta situación vivida desde  hace mas de 14 años ha empezado a cobrar factura.


Atrás quedaron los años dorados de esta diócesis que en ocasiones llego a competir intelectualmente con Morelia y con Guadalajara. Muchos clérigos ilustres  y laicos, salieron de esta diócesis.  ¿Pero qué ha pasado?, ¿por qué ha se ha desatado el declive de esta iglesia particular?.

Zamora fue erigida el 26 de enero de 1863  siendo su primer Obispo don José Antonio de la Peña y Navarro del clero de Michoacán (hoy Morelia) y originario de Zamora. Ha tenido 11 Obispos, dos de ellos fueron agraciados con el titulo personal de Arzobispo: José María Cazares y Martínez Obispo de Zamora de 1878 a 1909. En 1908 recibió el titulo personal de Arzobispo. El otro es Monseñor José de Jesús Fernández quien llego en 1899 como Obispo coadjutor con tan solo 33 años, gobernó hasta 1928, pero en 1921 se le otorgó el titulo personal de Arzobispo.
 
Obispo auxiliar y titular
En 1961  fue nombrado obispo coadjutor de Zamora el sacerdote del clero de Guadalajara José Salazar, quien seis años después  fuera trasladado a Guadalajara con el título de Arzobispo  y mas tarde Cardenal. De hecho es el único Obispo (de los 11) de Zamora que ha tenido una promoción importante en el clero mexicano. O Zamora no ha sido un trampolín para estos Obispos o la situación imperante los ha consumido. Otro caso significativo fue el del Obispo Adolfo Hernández del clero de Guadalajara que fue nombrado Obispo de Tapachula y luego promovido a la sede  de Zamora donde duró casi cuatro años y posteriormente fue trasladado a Guadalajara en 1974 con tan solo 53 años como obispo auxiliar de Guadalajara.
 
Clero
Muchos dicen que el debacle vino a la salida de Salazar, un Obispo que muchos curas no aceptaron que fuera su pastor, pero que con el tiempo se los fue ganando por su sencillez. La molestia radicó en que  les enviaron un Obispo  de una diócesis que ni siquiera era de la misma región pastoral, y para acabarla de Guadalajara, con quien competían intelectualmente.

EL debacle de esta Diócesis se ha ido agudizando, con la llegada de Monseñor José Esau Robles  los cotos de poder empezaron a tener poder, su carácter débil no podía contra los que pretendían manipular, posteriormente le sucedió Monseñor Carlos Suarez Cazares quien  era del clero de Morelia y había sido preconizado Obispo de Campeche, luego trasladado a Zamora en 1994 pero el lobby se dio cuenta por un error del Obispo de su doble vida y este lo chantajeo, eran tiempos en que el clero ya no obedecía al obispo, su doble vida y su bajo testimonio moral mermaban en su capacidad de liderazgo, por lo que una pequeña comisión de Curas y laicos visito al entonces Arzobispo de Guadalajara planteándole la difícil situación por la que atravesaba Zamora y decidió intervenir, con la venia del Vaticano con el título de Obispo coadjutor temporal mientras preparaba el camino y posteriormente  promovió al entonces Obispo de San Juan de los Lagos quien se encontraba viviendo en su espacio de confort para regresar a la pobre diócesis  de Zamora, la situación vino a empeorarse y ahora es mas difícil.

La problemática es sumamente delicada: homosexualidad en el presbiterio, principalmente en los formadores del Seminario, Curas viviendo doble vida  incluso con mujeres casadas, malversación de fondos y  mucha desobediencia ante las directrices del Obispo. En pocas palabras la autoridad del Obispo sale sobrando. Todas estas situaciones que se han venido dando  han propiciado que los laicos cada día crean menos en la Iglesia católica, que las sectas sirvan de refugio para cientos de laicos  que salen molestos de la Iglesia católica. Ocasionando una serie de problemáticas pastorales a las que el Obispo no ha podido dar respuesta.

La actitud del Obispo  ha sido desinteresada,  no sabía en qué lío lo metió Sandoval Iñiguez, de haber sabido no aceptaba la encomienda dirían sus mas allegados colaboradores. El Obispo  ha sido "rehén" de los cotos de poder, quienes han hecho de las suyas desde hace poco mas de diez años, ahora el Obispo de 67 años visiblemente acabado se refleja en su persona el peso de esta Iglesia que poco a poco se ha ido descomponiendo sin que el haga nada.

Algunos pensaban que Navarro Rodríguez con la amistad de los Cardenales Aguiar y Robles  podría llegar a copar una mejor posición, Morelia se le  fue de las manos, ¿alguna otra?, podría ser Guadalajara ahora que ya no existen las sedes Cardenalicias, en su segunda oportunidad, ya que en la primera no pudo porque no había terminado su licenciatura (ni con dos oportunidades) en la Universidad Pontificia de México.

La situación de Zamora es delicada, se necesita un Obispo pastor, que pueda entablar dialogo con todos y no con los más ricos o los poderosos, se necesita un Obispo con capacidad de dialogo y  con discernimiento propio para que pueda tomar libremente las decisiones sin que nadie le imponga o le dicte lo que tenga que hacer, en fin, el debacle de esta diócesis de 153 años se agudiza mas con la actitud pasiva de un Obispo sin capacidad de mando. Porque  ¿cómo es posible que no ha podido gobernar una diócesis con menos de 200 parroquias?  al grado que tuvo que promover a un Obispo auxiliar por que no ha podido con el paquete. Lo que si se sabe es que los Curas ya estan cansados del Obispo Javier, y esperan que pronto se vaya. Minetras que los problemas siguen aumentando.




 

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