LA EXTRAÑA VISITA DEL EX NUNCIO PRIGIONE A MEXICO





A penas se puede mover. Polémico, misterioso y hombre de poder. Tiene 91 años y aún sigue operando para el grupo que lo encumbro dentro de los poderes vaticanos.  Se llama Girolamo Prigione, nació en  Castellazo Bormida, el Piamonte italiano en 1921. Se ordenó a los 22 años, y de inmediato  empezó su carrera eclesiástica al ingresar a la Pontificia Academia eclesiástica, la escuela que forma a los diplomáticos del Vaticano. Después de  trabajar en varias embajadas fue nombrado Obispo  con el título de Arzobispo en 1968 como Nuncio en el Salvador y Guatemala. En 1973  fue nombrado  Delegado Apostólico en Ghana y Nigeria, y de 1978 a 1997 fue Delegado  y Nuncio en México. Diecinueve años de poder eclesiástico en México.

Prigione logro sentar los tentáculos del poder de un grupo de Cardenales que tiene un poder impresionante en la Curia Romana, aquellos hombres formados bajo las alas de Eduardo Martinez Somalo y hasta hoy dirigidos por Angelo Sodano. Logró influir en el nombramiento de por lo menos 58 Obispos, de todos los lugares donde ha estado como Nuncio, pero más de los Obispo mexicanos, de los cuales más de 20 siguen en activo. 

De hecho el día que mataron al Cardenal  Posadas en Guadalajara él estaba en el aeropuerto y también  invitó a los narcotraficantes mexicanos hermanos  Arellano Felix a la Nunciatura, para deslindarlos de toda responsabilidad de la muerte del Prelado.

Fue protector de Maciel en México y operador de los intereses legionarios en el Vaticano. 
Rivera, Prigione y Maciel

Durante los primeros días de febrero  volvió a México, ¿a qué? Nadie sabe, se reunió con algunos Obispos, conocidos como miembros del club de Roma, aquellos de sus pupilos ultraconservadores promovidos al Episcopado por el mismo. También se reunió con el Secretario de Gobernación y con otros líderes del partido gobernante. Todas sus reuniones  fueron privadas, sin aspavientos, pero de seguro no vendría a despedirse, sino a operar oscuros intereses de un poderoso grupo que todavía sigue operando en la Curia Romana. 

Solo este oscuro y maquiavélico personaje sabe, el porqué de su inesperada visita relámpago a México días antes de la sorpresiva renuncia  de Benedicto XVI.

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