El continente Australiano es un caso difícil en lo que a pederastia clerical se refiere. Hay cientos de casos que han sido encubiertos por la misma jerarquía eclesiástica, uno de los principales encubridores es el Cardenal George Pell, actual arzobispo de Sidney e influyente miembro del G8 Vaticano, que auxilia a Francisco en reformar a la Curia.
Hace unos días el influyente Cardenal Pell anuncio ante la prensa que “la Iglesia católica no era responsable legal de los Sacerdotes que abusan de los niños” y hizo una analogía un tanto estúpida, cuando comparo al Sacerdote con un conductor de camiones que molesta a mujeres, y afirma que no es responsabilidad de la compañía de transporte la conducta del conductor. Esto también lo sostuvo y lo afirmo a la Comisión que investiga el caso.
El debate se sigue suscitando en Australia, y ahora el Cardenal, el influyente hombre de confianza de Francisco ha quedado de por si, mal parado ante la comunidad y los medios. Ante esta declaración el juez Peter Mc Clellan quien preside la comisión investigadora de abuso de menores le recordó al Cardenal que los niños tuvieron acceso directo con los Sacerdotes con el consentimiento de los padres de familia, mientras que en el caso de los conductores de camiones fue diferente. En respuesta Monseñor Pell dijo que “aunque acepta que la iglesia tiene la obligación moral de las víctimas, cuando se trata de su responsabilidad legal, las acciones de sus sacerdotes no son necesariamente culpa de la iglesia”. Mientras tanto en una videoconferencia desde el Vaticano reafirmo "Si el conductor del camión recoge una señora y luego le molesta, yo no creo que sea apropiado, ya que es contraria a la política, a la propiedad, la dirección de esa empresa que asuma la responsabilidad"
Las reacciones no se hicieron esperar y Anthony Foster, el padre de dos niñas violadas por un sacerdote pedófilo, dijo que la comparación era claramente errónea. "La analogía del conductor del camión era simplemente absurda, ridícula, y que no estaba cerca de una analogía propia de la Iglesia Católica," dijo el Sr. Foster, a los periodistas.
Monseñor Pell dijo que la arquidiócesis de Melbourne (fue obispo auxiliar de 1987 a 1996 y Arzobispo de 1996 a 2001) se esforzó por cumplir con sus obligaciones morales para ayudar a las víctimas mediante la creación de la “Respuesta Melbourne” en 1996, el primer plan integral en Australia para tratar el abuso clerical, acusaciones que incluían la determinación de los pagos de compensación.
Las víctimas afirman que Monseñor Pell no tuvo compasión y empatía ante ellas, y que se dedico a proteger por muchos años a los pedófilos, muchos de ellos conocidos de el. Para muchos en Australia es sorprendente como el Papa Francisco pudo haber integrado a alguien como el Cardenal Pell en su “inmaculado” equipo reformador, cuando en ese continente todos saben quien y como trabaja Pell.