Mientras el Obispo de Autlán sigue fingiendo ataques, viendo enemigos por doquier y con un delicado estado de salud, sigue destapandose la cloaca de su diócesis, una cloaca que pudo haber sido prevenida a su llegada pero que gracias a las dádivas que muchos Sacerdotes, con demasiada cola que les pisen, daban al Obispo nunca hizo nada.
Se trata del Sacerdote Francisco Javier García Rodríguez, nacido en Ejutla, Jalisco fue ordenado el 18 de diciembre de 1981 por el Obispo Maclovio Vasquez Silos. Y prácticamente desde que se ordenó ha cometido sus fechorias sexuales, acosando a mujeres de todas las edades pero sobretodo a menores de edad y a niños.
En Estados Unidos existen un par de acusaciones en su contra, pero todo se logró silenciar con dinero y el secretismo que caracteriza a la Iglesia Mexicana en este tipo de casos. El Obispo Lázaro lo protegió hasta donde pudo, gracias a las mentiras de García Rodríguez, quien siempre salia bien librado del caso. Los miembros del Presbiterio de Autlán conocen bien este caso, sobretodo sus compañeros de generación, y quienes han estado ligados a la Curia diocesana por años.
Una, otra y otra vez volvía a pasar con este Sacerdote, el Obispo Lázaro Pérez y luego Gonzalo Galvan lo removían y removían de parroquias siendo siempre su mismo modus operandi. El actual Obispo llego a Autlán en 2004, el 26 de octubre, tuvieron que pasar varios años para que el Obispo le quitará sus licencias ministeriales.
Su adicción al sexo no la ha podido quitar, ni siquiera con los flamantes y costosos programas de Casa Alberione, de donde ha sido inquilino varias ocasiones.
Su tiempo lo dedica en algunas de sus pasiones después del sexo y la pornografía, la pesca, aunque vive de lo que su familia y amigos le dan, se la pasa bendiciendo autos, casas, visitando enfermos de familias adineradas y uno que otro bautizo, pero... ¿que no esta suspendido?, no canónicamente, por que aun sigue apareciendo en el directorio de la pagina oficial del Obispado y sigue en la lista de Sacerdotes que la Secretaria de Gobernación tiene, donde esta inscrito como Sacerdote en activo.
Actualmente radica en el Grullo, y constantemente se mueve a los pueblos de la sierra de Autlán para seguir cometiendo sus fechorias, en general busca niñas y jovencitas de familias pobres, quienes por miedo o falta de educación no puedan o no sepan enfrentarse a su principal protector: el Obispo de Autlán y la Curia, atestada de varios casos como este.
Si hubiera alguna acusación en contra de este Sacerdote seria: acoso sexual, pedofilia y homosexualidad son algunos de sus casos constantes. Supuestamente el Obispo desde hace poco mas de año y medio lo destituyo, mas bien le quito las credenciales primero para confesar y luego para celebrar, pero no existe ni un proceso canónico en su contra, mucho menos civil, aunque el Obispo haya tenido la intención de llevar su caso a Roma pero por cuestiones de salud no lo llevo, recordemos que es el Obispo Galvan es un Obispo de intenciones, una mitra hueca mas, que no ha sabido gobernar una de tantas diócesis en México que ha caído en corrupción.
¿Qué pasará con este caso?, solicitar a las víctimas, aunque la situación haya ocurrido hace mas de 20 años o recientes que lo denuncien, y si alguna lo acuso con el Obispo, también que lo denuncien por no actuar conforme a derecho a tiempo.
Avergüenza este tipo de situaciones, un caso típico de impunidad clerical y proteccionismo episcopal, mientras la gente siga callada, este tipo de casos seguirán, y estos pseudo pastores seguirán viviendo de la fe de la gente sencilla y del dinero de los fieles.