Autlán: el nuevo Obispo y la corrupción que le tocará enfrentar



La diócesis de Autlán es conocida en el ambiente clerical  a nivel nacional por la fuerte corrupción interna en la que vive, situación que valió la suspensión canónica del anterior obispo.


Tal como lo habíamos anunciado en este espacio el nombramiento del  nuevo obispo se daría antes de finalizar el año, y es que los Obispos de la región estaban mas preocupados por elegir a un buen candidato que por la serie de corrupción que se viene dando al interior de la Iglesia particular.

La precipitada salida  del anterior obispo y la aparatosa llegada del flamante Administrador diocesano solo fue una cortina de humo, para disfrazar una serie de anomalías que existen al interior del clero de Autlán. Situaciones que ni el Arzobispo Martin Rabago pudo arreglar.
Autlán enfrenta serios problemas de malversación de fondos, homosexualidad activa de su presbiterio y encubrimiento de casos de pedofilia, sin contar el creciente aumento de sectas en las zonas donde antes eran mayormente católicas. El anti testimonio de  varios sacerdotes ha opacado el buen testimonio de un nutrido grupo de Curas que solo quieren hacer lo que les corresponde.

El Cardenal Robles  actual presidente del Episcopado y oriundo clericalmente de Autlán tenia la preocupación de de arreglar dicho problema en esa diócesis sureña, pero no tenía la voluntad, conocedor de la situación que impera en ella poco hizo para destronar los lobbys de poder que abundan ahí.

De la terna que se enviaron a Roma el Vaticano  eligió a un Obispo  de una diócesis pobre, de edad avanzada, con experiencia en diócesis difíciles y de carácter fuerte, el perfil de elección es mas por cuestiones clericales que de promoción. Aunque ciertamente el Obispo que llega  viene de una diócesis pobre enclavada en la sierra del norteño estado de Chihuahua, viene con la  indicación de limpieza total y tolerancia cero  para la diócesis.

Se llama Rafael Sandoval Sandoval, tiene 68 años y es de un pequeño pueblo llamado Huáscaro, situado entre Cotija, Zamora y el pueblo paletero de Tocumbo. Sandoval fue promovido al episcopado por el entonces Arzobispo de Chihuahua a quien conoce desde que era Seminarista y con quien colaboro en algunos trabajos cuando este era Arzobispo en Chichuahua.

Sandoval Sandoval fue ordenado Sacerdote por el delegado apostólico Pio Gaspari en 1973 y después de haber servido en varias parroquias atendidas por su congregación, Misioneros de la Natividad de María,  fue promovido a la sede central  en Roma de donde fue Superior General de 1994 a 1999.

Sandoval Sandoval llega a una diócesis difícil, con una realidad diferente a la diócesis de la cual era anteriormente Obispo. La Tarahumara tiene poco mas de 45 Sacerdotes y mas de 16 parroquias, por lo que Autlán  cuenta con poco mas  de 116 Sacerdotes y 46 parroquias. La diferencia de la Tarahumara con Autlán es que la primera  esta enclavada en un territorio  montañoso y  la distancia entre una y otra comunidad es abrupta y retirada, cosa que no sucede en Autlán, una diócesis  económicamente mas pudiente.

Si bien el Obispo electo es especialista en pastoral, se enfrenta a una realidad difícil y oscura que es la de enfrentarse al lobby de poder que encumbro y olvido al anterior Obispo.

El Obispo electo de casi 69 años llega con la cartilla leída, con indicaciones concretas para que en 5 años de servicio  próximo en Autlán ponga en práctica, si es que los corajes  y su falta de autoridad (de llegarse a dar) no se lo acaban antes, toma posesión el próximo  21 de enero, démosle un  año para ver si empieza con el pie derecho  o ver si en Autlán los lobbys tienen más poder que los Obispos.

POSDATA.
Después de unas vacaciones en blog volvemos renovados y con nuevas propuestas, saludos a todos los que nos leen.

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