Cisma en la Iglesía Anglicana


Obispo Burnham
La división de la jerarquía anglicana es un hecho. Cinco obispos presentaron ayer la renuncia en desacuerdo con el proceso que conducirá al nombramiento de mujeres obispos. Dos de ellos están ya retirados, Andrew Burnham, obispo de Ebbsfleet, Keith Newton, obispo de Richborough, y John Broadhurst, obispo de Fulham.Su siguiente paso será integrarse en la Iglesia católica con un estatus especial aceptado por el Vaticano.

Obispo Keith Newton
Los cinco aseguran que “como obispos, hemos cuidado de todos, de los que comparten nuestra posición y de aquellos que han tomado una postura diferente. Ahora hemos llegado al momento en el que debemos declarar formalmente nuestra posición e invitar a otros a unirse a nuestro camino. Por lo tanto, cesará inmediatamente nuestro ministerio episcopal público, renunciando a nuestras responsabilidades pastorales en la Iglesia de Inglaterra. Esto tendrá efecto a partir del 31 de diciembre de 2010. Buscamos unirnos a un ordinariato cuando éste sea creado”.

Los prelados agradecen a la Iglesia anglicana de Inglaterra todo lo que “ha significado para nosotros y todo lo que nos ha dado en estos años, y esperamos mantener una relación cercana y cálida, orando y trabajando juntos por la venida del Reino de Dios”.

Obispo Broadhurst
Durante meses, el primado de la Iglesia anglicana, el arzobispo de Canterbury, Rowan Williams, ha intentado sin éxito conjurar el cisma. El precio ha sido perder el apoyo de ambos lados. 

Hasta el momento no se ha creado ningún ordinariato para anglicanos que entran en comunión plena con la Iglesia católica, si bien comunidades anglicanas del Reino Unido, Estados Unidos, Australia y Canadá han manifestado su intención de unirse a la Iglesia católica.

El paso dado por los cinco obispos no es sorprendente si se tiene en cuenta que hace años ya habían dejado claras sus posiciones. Tres de ellos se ocupaban además de parroquias que habían votado en contra de que las sacerdotes dirigieran los servicios religiosos. Se espera que centenares de sacerdotes de la rama anglicana que recibe el nombre de "anglocatólica" acompañen a los obispos en su paso al catolicismo. La Santa Sede creará una nueva estructura para acogerlos, aunque no podrá abonarles una retribución económica tan alta como la que tenían en la Iglesia anglicana.

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