En la Legion todo sigue igual

P. Byrne, L.C.
Hace unos días llego hasta nuestras manos por parte del propio autor una carta dirigida al Padre Álvaro Corcuera, esta carta fue escrita por el P. Peter F. Byrne L.C. legionario de Cristo, irlandés, destinado a la prelatura de Chetumal. Esta carta fue publicada a finales de  julio de este año, en esta carta el Padre se lamenta las actitudes de la cúpula de la legión.

Además  en entrevista telefónica con un miembro cercano a la legión (del cual reservamos el nombre por seguridad) nos vuelve a confirmar que en la legión todo sigue igual y difícilmente la Santa Sede estará interesada en suprimir o reformar la congregación, por la sencilla razón de que la Legión de Cristo es una congregación solida y fuerte en cuestión de vocaciones y en economía, además es una de las que más aporta a la economía del Vaticano. En la entrevista nos decía: “El papa no quiere que cambiemos nada. Sólo pretende tranquilizar a la prensa”.

La carta del Padre Byrne es la siguiente:

 


"TODO SIGUE IGUAL..."


México, 27 de julio de 2010

Estimado en Cristo P. Álvaro,

Acudo a usted de nuevo con dolor y vergüenza. El dolor aumenta con el conocimiento que enviarle esta carta es un ejercicio inútil como han sido otras cartas y otras sugerencias a usted y a varios superiores. Pero el silencio no es una opción pues me hace cómplice de aquel que abusó y robó la vida a hermanos nuestros.

En estos días que he tenido el honor de visitar algunas casas legionarias (y de ser recibido con mucha caridad) he constatado con mis propios ojos que en varias de ellas hay fotografías del pueblo de Cotija, de la casa de Cotija, e increíblemente en 3 lugares (San Salvador, Cancún y Cañada) hay fotos del P. Maciel rodeado de apostólicos o de los primeros grupos de legionarios.

¿Cómo es posible, Padre Álvaro? ¿Qué mensaje estamos mandando a las víctimas del P. Maciel? ¿Es esta la manera de acoger el comunicado del 1 de mayo de 2010? P. Álvaro, por Dios y en honor de aquellos que sufrieron el horror del abuso, la agonía del desprecio y del olvido le suplico que ordene que se quiten las fotos del abusador, de la casa donde nació, del pueblo que le acogió y de la fundación que propició aquellos actos que hirieron a la inocencia y han traído tanto descrédito a la Santa Iglesia.

Igualmente le suplico que dé indicaciones para que todos los retiros en Cotija se hagan en un tono de reparación, que el cuerpo del P. Maciel sea trasladado desde el altar central a una de las gavetas laterales donde están los demás legionarios (para que en el centro esté presente solamente Cristo).

Sugiero que la casa del difunto sea convertida en una casa de reparación y de adoración perpetua y que el museo sea convertido en un museo para recordar a sus víctimas y garantizar que jamás sean olvidados.

Finalmente sugiero que se regale a la diócesis la casa de arriba (CCI) que podría utilizarse como seminario/ casa de retiros o un lugar para la recuperación de sacerdotes alcohólicos o viciosos.

Así haríamos un gesto de reparación a la Iglesia de México tan desacreditada por culpa nuestra.

Igualmente he constatado que en México se siguen teniendo las reuniones de líderes con las infames listas que dividen las personas y las familias en triple A, doble A, etc., en las que se ponen los nombres de los sacerdotes que tienen que “cultivar” estas familias y luego sacarles dinero.

Padre Álvaro, es una práctica inmoral que va contra el principio que las personas jamás pueden ser utilizadas como medios para un fin. ¿Cómo puede un sacerdote acercarse a una familia con una intención tan mundana? ¿Cómo puede un sacerdote utilizar los sacramentos, la amistad o la dirección espiritual con una segunda intencionalidad?

Esta es la metodología que institucionalizó el difunto fundador que vivió sin escrúpulos. ¿Cómo vamos a reformar las Constituciones cuando ni siquiera podemos quitar prácticas tan obviamente inmorales? ¿Cómo vamos a tener el valor de identificar un carisma cuando no podemos identificar verdaderas injusticias?

¿Cómo vamos a tener una cultura de transparencia y honestidad cuando tenemos listas de personas divididas en categorías y tratamos con ellas por motivos pecuniarios?

¿Cómo vamos a convencer a las personas de nuestra rectitud de intención en el trato con ellos? ¿Qué van a sentir las personas cuando sepan que están en estas listas nefastas?

En realidad, Padre, no espero ninguna acción. No ha cambiado nada desde dentro en todo el tiempo de la crisis, todos los cambios vienen desde fuera (Visitadores, Vaticano, presiones de la prensa o de las conferencias episcopales).

Todo sigue igual – hasta las malditas fotos del abusador en las paredes de las casas – para recordarnos las estructuras de poder que impuso el P. Maciel y que siguen vigentes hasta el día de hoy. Seguimos siendo víctimas del P. Maciel porque no tenemos ni Padre ni Pastor que nos saque de este pantano en el cual estamos metidos.

Me despido de usted,

Afmo. en Cristo,

P. Peter F. Byrne L.C.

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