EL ARZOBISPO ANTI TRADICIONALISTA AL VATICANO


Hace unos días en una avalancha de nombramientos el Papa invito a colaborar a varios latinoamericanos, entre ellos el  Arzobispo de Brasilia  Mons. João Braz de Aviz como Prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, quien reemplaza al Cardenal Franc Rode, ya que renuncia por límite de edad. 

El arzobispo João Braz  tiene 63 años, relativamente joven y quien le esperan por lo menos 17 años de servicio en la Curia Vaticana, ordenado a los veinticinco años para la Diócesis de Apucarana Paraná, inicio su trabajo episcopal  para la Diócesis de Vitoria,  Espíritu Santo como Obispo auxiliar en 1994 donde sirvió por cuatro años, después fue invitado a participar como Obispo titular de la diócesis de Ponta Grossa, Paraná, donde también sirvió por cuatro años, después fue elevado al rango de Arzobispo de  Maringa, Paraná donde sirvió  por año y medio, desde 2004 fungía como Arzobispo de Brasilia hasta la fecha cuando fue llamado a colaborar al Vaticano.

En Brasil es considerado un enemigo de la Misa tradicional. Nunca apoyó la celebración de la Misa en su antigua diócesis. Los tradicionalistas fueron perseguidos durante su administración. Las Misas Tridentinas que se celebran en Brasilia tuvieron que soportar una enorme resistencia por parte de la arquidiócesis. Para ello, el obispo auxiliar emérito de Brasilia, monseñor João Evangelista Martins Terra, incluso tuvo que poner su capilla privada a su disposición.

Braz de Aviz es amigo de Kiko Argüello  y  apoya ciegamente al “Camino Neo Catecumenal”. No ha de extrañarnos que  este movimiento encuentre apoyo total del dicasterio que preside.
Asume  el cargo en el momento en que la Congregación que preside  presentará las medidas que deben adoptarse después de la visita apostólica a la iglesia de los conventos de los EE.UU., cuyos procedimientos fueron ampliamente criticados por su excesiva severidad Las protestas masivas de los medios de comunicación progresistas de los EE.UU. parecen haber tenido efecto: después de la designación de un secretario conciliador, el Arzobispo  norteamericano  Joseph W. Tobin, ahora llega el nombramiento de este obispo a la cabeza de la Congregación para los Religiosos.

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