Los amigos Obispos del Gobernador del Estado de México


Desde hace años el Grupo político llamado Atlacomulco (es una presunta agrupación de políticos mexicanos miembros del Partido Revolucionario Institucional que tienen su campo de acción en el Estado de México. Se ha indicado como su principal líder y mentor a Carlos Hank González.) ha estado haciendo maniobras para posicionar en todos los ámbitos a su futuro candidato con miras a las elecciones del 2012, ha hecho diversas alianzas, una que no deberíamos dejar pasar de inadvertida es la que se tiene con algún sector de la Iglesia Mexicana, encabezada por los Obispos Onésimo Cepeda y Carlos Aguiar. 

Las encuestas de opinión continúan marcando a Enrique Peña Nieto como uno de los políticos más populares del momento y con grandes posibilidades de coronar el sueño del Grupo Atlacomulco: la presidencia de la república. Para cumplir esa vieja pretensión el mexiquense ha pactado alianzas con amplios sectores de la sociedad, incluido el católico con el que mantiene un estrecho vínculo que le ha permitido ganar adeptos entre la feligresía. 

Descrito como un hombre religioso y conservador a Peña también se le puede ver en los onomásticos de monseñor Onésimo Cepeda y en la sede de la Conferencia del Episcopado Mexicano, donde cada año es recibido para compartir el pan y la sal con los obispos de todo el país. También asiste a eventos católicos de alta sociedad como la ordenación episcopal y toma de posesión como obispo de Atlacomulco de monseñor Juan Odilón Martínez García y viaja al Vaticano para recibir las bendiciones papales. 

Las buenas relaciones de Peña con los grupos religiosos más conservadores del país le valieron para que, en mayo del 2009, su entonces prometida Angélica Rivera consiguiera anular matrimonio religioso con el productor José Alberto Castro, lo que la colocó en posición de contraer un nuevo matrimonio que se consumó el 27 de noviembre del 2010 cuando dio el sí frente al altar de la catedral de Toluca. 

Peña no es el único político que ha sacado beneficio de su cercanía con el poder eclesiástico. La ex primera dama del país, Martha Sahagún de Fox, aprovechó su relación con los Legionarios de Cristo, con el cardenal Norberto Rivera y con el obispo Onésimo Cepeda para conseguir la anulación de su matrimonio con el empresario guanajuatense Manuel Bribiesca.
El lunes 17 de enero los empedrados del fraccionamiento Bosque Real se llenaron de lujo con un desfile de celebridades políticas y grandes magnates. El festejo del septuagésimo noveno aniversario del jerarca ortodoxo congregó a gobernadores, legisladores y funcionarios de todos los partidos políticos; además de empresarios, representantes de la iglesia católica y diplomáticos que llegaron lo mismo en helicópteros que en autos y camionetas de lujo al templo de San Pedro y San Pablo, cuya arquitectura está asentada en un terreno donado por el gobierno mexiquense. 

El llamado Golden Boy nunca ha negado su filia religiosa y la mayor parte de los textos lo ligan con el Opus Dei, una organización de gran influencia política en varios países, incluida España. El escritor Francisco Cruz en su texto Negocios de Familia, la biografía no autorizada de Enrique Peña y el Grupo Atlacomulco, amplía que en Toluca circulan toda clase de rumores y versiones sobre la formación religiosa del gobernador, acercándolo unas veces a los Legionarios de Cristo y a doctrinas de cualquier denominación, incluso la masonería, los optimistas –añade- quieren pensar que, para equilibrar la dependencia de Peña respecto de la Obra, éste se ha convertido a la masonería dentro de la logia simbólica del Valle de México.

El gobernador mexiquense nació y creció en el seno de un hogar indisolublemente ligado a la religión, que le fue inculcada por su madre, María del Perpetuo Socorro Ofelia Nieto Sánchez, una de las fieles devotas de su natal Atlacomulco. El mandatario se educó en escuelas religiosas hasta el nivel universitario pues se graduó de abogado en la Universidad Panamericana, aunque también tiene una vertiente de la Compañía de Jesús por sus estudios dentro del Tecnológico de Monterrey, donde hizo una maestría. 

La visita de Peña a la Santa Sede en diciembre del 2009 sirvió para que reafirmara sus lazos con la jerarquía católica y reiterara devoción y filiación hacia el Opus Dei. 

El apoyo de las filas de la Obra y otros grupos de la ultraderecha católica a Peña Nieto no son sólo protocolarios, pues tienen sus miras puestas en 2012. El político de Atlacomulco se ha vuelto un asistente frecuente a las reuniones de la Conferencia Episcopal Mexicana. El 2 de abril de 2008, ante los obispos de México, Peña dijo que la iglesia “está llamada a preservar los valores morales”, así como los principios de “tolerancia, democracia y respeto a las normas de convivencia”

El apoyo de los grupos más conservadores del país hacia su persona se dejó sentir en el discurso arengado por José Pedro Toledano Escobar en la inauguración del programa Jóvenes Lideres Católicos de la ODCA, en donde dijo que México necesita “librarse de los estorbos sociales que impiden o dificultan el desarrollo, razas inferiores como los negroides y los indígenas, seres pervertidos como los afeminados y drogadictos, errores de la naturaleza con los discapacitados y gente con Síndrome de Down. Pero sobre todo la escoria comunista de López Obrador, que por suerte ya no tiene cabida ni en el PRD. Aún así seamos cautelosos, la crisis nacional les hará fortificar sus filas, debemos aplastarlos antes de que se vuelvan a levantarse”, arengó y continuó con que “pero les tengo una gran noticia. Capa Blanca ha decidido abrir una segunda senda, la de la derecha tricolor, ellos han tomado el control de su partido y su candidato que además encabeza las encuestas es uno de los nuestros, seguidor de Escrivá de Balaguer y gran católico. Por eso les digo que no teman apoyar a Enrique si las encuestas le favorecen, él sabrá llevar agua a los huertos y semilla a los campos. Con esos dos pilares uno nuestra fortaleza azul y el otro nuestro bastión revolucionario, será imposible fallar”.  

Dos amigos del gobernador son el obispo Onésimo Cepeda y el presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano, Carlos Aguiar Retes. Los testimonios de la alianza Peña-Cepeda son múltiples y los lugareños afirman que frecuentemente se podía ver al mandatario en las misas dominicales de monseñor Cepeda, quienes más tarde pasaban a degustar algún platillo mientras charlaban lo mismo de la afición taurina como  de temas políticos. Peña es uno de los invitados frecuentes a los onomásticos del obispo y el 23 de marzo del 2007, antes de que los comensales degustaran los platillos preparados para la ocasión, el prelado levantó su copa de champagne y arengó un discurso para reafirmar sus afectos. “De entre mis amigos políticos, pongo en primer lugar a mi gobernador, que aunque a veces me deprecia y me coloca en segundo, sabe que es bien querido”.  
 
El presidente del Episcopado Mexicano y arzobispo de Tlanepantla, Carlos Aguiar Retes también ha apostado por el gobernador mexiquense, aunque no ha abandonado del todo su relación con el panista Felipe Calderón y su esposa, Margarita Zavala. En diciembre de 2009 el obispo Aguiar encabezó la comitiva que acompañó a Peña en su visita a la Santa Sede para visitar a Benedicto XVI. El primero de octubre pasado compartió la mesa durante la comida que reunió a los líderes del país.

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