UN DOLOR DE CABEZA PARA EL PAPA, EL OBISPO AUSTRALIANO


La situación actual de la Iglesia es caótica. Y  no es que quiera ser alarmante. Al contrario, es la realidad de la Iglesia, nuestra Iglesia, después de que por un lado un numeroso grupo de cristianos se han pasado a las filas del catolicismo, también otro numeroso grupo de católicos se han quedado  fuera, en alguna secta, o practicando la religión a conveniencia o simplemente se han vuelto ateos.

Uno de los dolores de cabeza del Papa es la desobediencia de los Obispos, quienes a lo largo de todo el orbe católico se han dedicado a manchar la imagen de la Iglesia, ya de por si deteriorada por el mal testimonio de muchos de sus  ministros, por un lado los que cometen las faltas y por otro lado los que los encubrieron.

Se trata del Obispo William Martin Morris, nacido en la Arquidiócesis de Brisbane en 1943. Ahora por decisión del Vaticano, Obispo emérito de Toowoomba, quien prestaba sus servicios como titular  de Toowoomba desde 1992.

 El caso sucedió hace unos días (fue cesado de su cargo el 2 de mayo pasado) en la diócesis australiana de Toowoomba, quien se hizo famosa a nivel mundial por las inundaciones ocurridas en enero de este año, y ahora vuelve aparecer con la remoción de su descarriado Obispo.


Toowoomba, es una ciudad con alrededor de 200 mil habitantes, erigida Diócesis en  1929, con un  40  % de católicos  aproximadamente, cuenta con 52 Sacerdotes.

Un grupo de laicos, desde luego apoyados por unos cuantos Sacerdotes enviaron un detallado informe donde se afirmaba que durante varios años desobedeció las directrices del Vaticano, apoyando posiciones contrarias a la doctrina católica, como la ordenación de mujeres, así como el abuso y uso indebido del ejercicio y promoción de la absolución grupal en el sacramento de la penitencia. En esta campaña de quejas iniciada hace años se hacía ver en los errores que el Obispo Morris había cometido.

Como siempre el Vaticano con prudencia envió varios documentos donde se le pedía al obispo que recapacitara su postura, pero este siguió haciendo lo mismo, hasta provocar un enfrentamiento con el Cardenal Arinze, Prefecto de la Congregación del Culto Divino y la disciplina de los Sacramentos.

Desde el 22 de diciembre de 2009, en una carta, el Papa Benedicto XVI le recordó al Obispo Morris que no existen apelaciones a las decisiones papales pues desde entonces ya estaba decidida su remoción, misma que el obispo se negaba a acatar. El Papa, entonces, repitió sus serias preocupaciones respecto a las diversas posiciones de Mons. Morris, entre ellas las relacionadas con la ordenación de mujeres y el erróneo reconocimiento (de la supuesta "validez" de las ordenaciones) de otros clérigos como anglicanos y otras creencias.

Y es así que a principios de este mes, fue removido de su cargo, en su lugar fue puesto como Administrador Apostólico el Obispo Brian Vincent Finnigan de casi 73 años quien es auxiliar de la Arquidiócesis de Brisbane.


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