Sandoval vs Aguiar




La sucesión en Guadalajara esta en  las ultimas, como es sabido la terna para elegir al sucesor ya debería estar  en el escritorio de Benedicto XVI. 

Digamos que los ánimos están caldeados aunque de una manera muy sutil. Cabe resaltar que entre los hombres de Dios prevalece la famosa frase de  Dumas: “todos para uno,  y uno para todos”, además de prevalecer la colegialidad, pero  bien sabemos que entre los Obispos prevalece su lado humano, y es cuando salen a relucir  las cosas de hombres que solo competen en estas actividades donde se hace  y nace la madre de las políticas, mediante el  cabildeo, y es que como decíamos que ya paso a su última etapa el proceso de selección para elegir al nuevo Arzobispo de Guadalajara, es cuando  empiezan a verse  que existen dos bandos contrarios que están jugando esta contienda y que a como dé lugar  quieren proponer a su candidato. En primer lugar esta Sandoval, amplio conocedor de la política eclesiástica, padrino de varios  Obispos, a quienes a ubicado  en varias diócesis y quien no solo tiene un candidato sino varios, a quienes ha propuesto para su sucesor. Y por el otro  Carlos Aguiar quien  tiene la bendición del mismo Nuncio y quien no solo se  perfila sino que se siente Arzobispo de Guadalajara.

Pues el caso que viene haciendo ruido entre los Obispos  de México una carta que el mismo Juan Sandoval envió al Presidente del Episcopado Carlos Aguiar, y que  Sandoval hizo pública. Digamos que como una especie de zancadilla  a Aguiar en su ambición por ocupar la Arquidiócesis de Guadalajara. El caso es que esta carta ha sido la punta de lanza para que los organismos laicales mexicanos retomen la batalla en contra de  estas deplorables leyes que han venido tambaleando los valores en ese país.

Con esa carta el Cardenal defiende lo que siempre ha estado haciendo: los valores y ciertamente  ha convocado a una movilización a través de un grupo llamado “Mexicanos por la vida” que alberga a más de 210 asociaciones civiles, educativas, religiosas, de profesionales y otros movimientos sociales.


La carta que Juan Sandoval  le envío es la siguiente:

Excelencia:

  El 8 de mayo de 2011 el Senado de la República aprobó varias enmiendas a la Constitución Mexicana.

La aprobación inmediata, entusiasta y desmedida del Presidente de la CEM (Conferencia Episcopal Mexicana) a nombre de los Obispos, pero sin consultarnos, tuvo como efectos:

Primero, taparnos la boca y atarnos las manos a los obispos para no enfrentarnos con él en público, pues hubiéramos dado a los medios mucha materia de qué hablar, con el peligro de desviar los temas de fondo de la Reforma hacia un enfrentamiento personal de obispos. Segundo efecto fue el profundo malestar, disgusto y desaliento de los grupos laicales, que han venido luchando valientemente en defensa de la familia y la vida ante los ataques de las leyes. Ahora se sienten desorientados y desarmados: los Legisladores les dicen a estos laicos que estaban equivocados y que ya los obispos están de acuerdo con la Reforma y muchos laicos, no enterados del problema, también les dan a entender que estaban equivocados en su lucha por la familia y la vida.

Naturalmente surgen algunas preguntas: ¿Por qué el presidente de la CEM aprobó un día después, el 9, la Reforma del Congreso sin haberla examinado y sin haber consultado? ¿Quién le asesoró? ¿Qué motivos le indujeron a ello?

Una vez aprobadas, tanto por el Congreso de la Nación como por el Senado estas Reformas a la Constitución, de consecuencias tan dañosas para el país en lo que se refiere a la familia, a la vida y a la libertad religiosa, el único recurso que queda es que en los Congresos de los Estados no sean aprobadas. En cada Estado hay que dar la batalla, organizando a nuestros laicos y tomando el obispo su responsabilidad. Es necesario que todos los obispos mexicanos conozcamos las enmiendas y sus consecuencias para captar su gravedad y la necesidad de no dejar que pasen adelante, porque están en juego la familia y la vida, la libertad religiosa y el bien de nuestra Patria.
En reunión con los Organismos Laicales en pro de la Familia y la Vida, extractamos los puntos de la Reforma a la Constitución que son aberrantes y engañosos. Me permito adjuntar para S.E.R una copia de los mismos.

Su afectísimo en Cristo,
JUAN Card. SANDOVAL ÍÑIGUEZ
Arzobispo de Guadalajara


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