EL DESAIRADO HOMENAJE A JUAN SANDOVAL

Hace una semana (el pasado viernes) el gobierno de Jalisco organizo un homenaje exprés e improvisado  al Cardenal de Guadalajara, quien se encontraba en Brasil, en compañía de amigos. Y tuvo que regresarse de las tierras cariocas para recibirlo.

Organizar un homenaje, para quien sea, requiere de mucho tiempo para que el día del evento haya un buen resultado y se note que hubo coordinación, que los invitados vayan, y que a la sociedad le interese, y no todo lo contrario como sucedió con el que el Gobierno de Jalisco organizó al Cardenal Juan Sandoval Iñiguez.

De entrada, la Orquesta Filarmónica de Jalisco, a tan sólo un mes de la fecha del evento, sabía que posiblemente el Gobernador Emilio González Márquez, haría un homenaje al prelado. 15 días antes del evento, a través de la Secretaría de Cultura, les confirmaron el festejo, según comentó Roberto Torres, gerente de la OFJ.

¿Quién homenajeó al Cardenal? ¿El Gobernador Emilio González Márquez o el pueblo de Jalisco? A pesar de que el mandatario en diversos medios de comunicación dijo que el festejo fue de los jaliscienses para el líder religioso, y durante el discurso que ofreció en el Teatro Degollado lo reiteró quizá nadie pidió el homenaje. Yo preguntaría a los fieles de Jalisco ¿si querían homenajear al Cardenal Juan Sandoval Iñiguez?

La respuesta a la primera pregunta la tiene el propio purpurado y es que en su discurso de agradecimiento dijo que el homenaje lo hizo el Gobierno de Jalisco, que  no merecía que le hicieran un evento así, porque los fieles católicos, los que hacen la iglesia, son los que merecían el reconocimiento, pero ellos no estaban el interior del teatro.

El Teatro Degollado no se llenó, tuvieron que bajar gente de los palcos para que el área de luneta se viera repleta. El gran ausente: el pueblo jalisciense, y es que de las cinco mil sillas que pusieron en Plaza Liberación, sólo se ocuparon 400, quizá por ello el Cardenal Juan Sandoval no se dirigió a sus feligreses como estaba planeado, pocos lo siguieron.

La polémica por el homenaje a un líder católico orilló al Gobernador Emilio González Márquez a decir que también hará un reconocimiento a Samuel Joaquín  Flores, líder de la Iglesia de la Luz del Mundo

El caso es que ha dicho evento organizado con el erario público  y justificado por el mismo Gobierno ante la ola de críticas de un pequeño sector de la población.  Solo  asistieron un nutrido grupo de personalidades todos “amigos de don Juan” como se le conoce, entre los que destacan el mismo Gobernador Emilio González, quien pretende ser candidato en 2012 para gobernar ese país, otros políticos, empresarios, obispos,  sacerdotes y laicos de la Arquidiócesis.

El evento estuvo desairado (hasta por el mismo Nuncio, quien no llego), aunque al decir de los participantes no hubo una distribución equitativa de los boletos entregados a los Párrocos, y dentro hubo mucho lugar vacio.

El Cardenal  no logro tener convocatoria, incluso el Gobierno de Jalisco había anunciado con pompa y platillo la presencia del Nuncio apostólico, y no asistió. Solo estuvieron el Gobernador, el Secretario General de Gobierno, la cúpula del Yunque Jalisco, por así decirlo, empresarios católicos, Sacerdotes y laicos, en su mayoría coordinadores de los movimientos laicales diocesanos.

El gobernador señaló que el homenaje era justo para reconocer “sus obras  (muchos tapatíos dirían ¿cuáles?), su trayectoria y generosidad”. Después hablo el Cardenal, quien recibió una fuerte ovación de los invitados al homenaje. Sandoval Íñiguez comentó que como parte de su formación le enseñaron a “nada pedir y nada rehusar”, por eso, aceptó el homenaje que le ofreció el gobierno del estado de Jalisco. Pero señaló que por carecer de méritos suficientes, derivaba el homenaje “a alguien que sí tiene sobrados méritos para reconocer: la Iglesia de Guadalajara”. EL mejor homenaje que puede recibir una figura pública, es el de la historia, ¿o no?.

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