NADIE QUIERE A JUAN SANDOVAL, NI SU PRESBITERIO

En realidad no se va, se queda. Y es que este ya Cardenal emérito cuando meses antes de que le llegara su renuncia pregonaba a diestra y siniestra que  una vez aceptando la renuncia el se dedicaría a  viajar y a escribir sus memorias, se decía  que  viviría en una casa de su familia en Yahualica, otras fuentes mencionaban que se iría al rancho de su mejor amigo y  a quien le regalo el titulo de Monseñor el sacerdote Salvador Tello a quien  siempre se le ha visto con el tanto en Roma, México o Guadalajara, a quien muchos dicen que es quien tiene mucha influencia sobre el arzobispo emérito, las malas lenguas dicen otra cosa.

 Pero el caso es que Sandoval ha dicho que se quedara a  vivir en  “La Quinta” como se le conoce a su casa de Tlaquepaque, aunque en realidad no  es su casa, porque esa casa es propiedad del Arzobispado tapatío. Y de inmediato mando comprar y remodelar una casa en una de las colonias mas lujosas de Guadalajara, Colinas de San Javier,  donde vivirá el Cardenal Robles.

Sandoval sabe que para un nutrido grupo  de Sacerdotes de su diócesis no es bien visto por su manera de  actuar y de enfrentar las situaciones. Si bien reconocen su valentía y tenacidad para enfrentarse a ciertas circunstancias,  reclaman de su manera de ser hacia con ellos, sobretodo cuando no son  de su grupo de amigos o de sus simpatizantes. Esto ocasionó que hace poco  mas de  8 meses  varios Sacerdotes (mas de 20) enviaron una carta al Nuncio Pierre y al Vaticano, y al mismo Sandoval pidiendo la remoción de su pastor, donde pedían  que se “alejara del mundanal ruido”.  Hoy después de ese tiempo, la Carta vuelve a resurgir, y los Sacerdotes de Guadalajara ya esperan con ansia la llegada del nuevo Cardenal. En días pasados, el Cardenal Robles se reunió  con una comisión de transición en Monterrey encabezada por el Obispo José Trinidad para analizar detalle a detalle la transición de Cardenales en dicha arquidiócesis. Y aunque hoy  la diócesis organizo un evento de agradecimiento al cual  ni distribuyendo los boletos  en la mas de 400 parroquias lograron llenarlo, mas de  20 Obispos y algunos presbíteros le dieron el adiós a quien tendrá que dar cuentas por todo el daño que ha hecho a la Iglesia.

Algunos extractos de la carta que esta en nuestro poder:

 “Te puedes preguntar el porqué de no darte la carta (personalmente) y decirte nuestros nombres; esto pasa por temor a represalias y a que tú no has sabido dialogar con serenidad, en una actitud de verdadera escucha”.


“Cansados de su autoritarismo, de su cerrazón al diálogo y del miedo que infunde, de su soberbia y de sus polémicas declaraciones que provocan división aun entre los miembros de la Iglesia”.  Le  sugieren “que abandone “todo poder humano” y todo lo externo y material. También le ruegan que le pida al Papa Benedicto XVI, que acepte ya su “renuncia irrevocable” y lo deje libre de compromisos y responsabilidades para que se pueda dedicar “a su mundo interior, para gozar y contemplar tranquilamente todo lo bello, noble y santo que cada día nos regala nuestro excelente Padre Dios”.


 En la carta los sacerdotes le ruegan a Sandoval que se dé tiempo para escucharlos, que “derrame amor”, que sea misericordioso y que obre “como un hermano, un padre, un pastor”: la única forma de ganarse la confianza de todos para que no tenga que recurrir sólo a un “grupo de predilectos” que no siempre le dicen la verdad.

Tocan los temas de la pederastia, la homosexualidad y el celibato y proponen que éste se reconsidere para que sea opcional “porque es una ley humana”, no divina, y puede evitar muchos errores que han cometido algunos clérigos.

Además cuestionan la construcción del Santuario de los Mártires, “que no era una necesidad urgentísima, dada la deteriorada economía familiar de la mayoría de los feligreses”, sospechan que hubo malos manejos de los recursos destinados a ese proyecto y se preguntan dónde quedó un patrimonio multimillonario del Seminario Diocesano.


Le recuerdan al prelado –quien viajó al Vaticano, igual que todo el Colegio de Cardenales, para discutir con el Papa el problema de la pederastia en la Iglesia– que el Concilio Vaticano II dispone en su exhortación Christus Dominus que “el obispo sea un padre, un hermano mayor, un amigo, un compañero”.

“Al ganarte la confianza de todos tus sacerdotes, no tendrías necesidad de recurrir a un grupo reducido de predilectos, que la mayor parte de las veces sólo te alaban, pero no te dicen la verdad.

“Sabemos con seguridad que el Seminario Diocesano tenía un fondo de alrededor de 3 mil 500 millones de pesos, como patrimonio para dicha casa de formación para los seminaristas, y años después se informa que la economía del Seminario está en crisis, en bancarrota (…) ¿Qué pasó o en qué se gastó ese dinero? El pueblo católico tiene derecho a saber porque él es el que está sosteniendo a cientos de seminaristas”, le escriben al cardenal


Los firmantes van al grano: “También te queremos decir que con tus declaraciones y tu modo de pensar muy especial, has creado mucha polémica, divisiones y hasta enemistades dentro y fuera de la Iglesia católica. Para que vivas en una paz bonita, interior, profunda, ya no hables, no opines.

“¡Aléjate de ese mundanal ruido, de todo lo externo y material, de todo poder humano y dile a tu gran amigo el Papa que te deje ya libre, sin compromisos, sin responsabilidades… que acepte tu renuncia irrevocable para que te puedas dedicar a tu mundo interior, gozar y contemplar tranquilamente todo lo bello, noble y santo que cada día nos regala nuestro excelente Padre Dios”.


“Don Juan, te perdonamos de todo corazón tu mal genio, tus gritos y autoritarismo; se te pasó la mano y dabas juicios sin tomar en cuenta un discernimiento colectivo, comunitario… pero si Nuestro Buen Padre Dios es tan misericordioso que nos perdona todo, nosotros, tus sacerdotes, también te perdonamos todo, pero también pídenos perdón para estar a mano”.

Le dan un “consejo de amigos: ¡sonríe, alégrate, deja ya esa cara seria, adusta, que parece que a diario estás enojado y nervioso (…) Sé sencillo, humilde, que des confianza y ganas de platicar contigo (…) reconoce tus errores y no infundas miedo, sino cariño y comprensión.

“Queremos decirte que la ternura y el cariño de nuestro maravilloso Padre Dios es infinitamente más grande que todos nuestros pecados y errores, juntamente con los tuyos y los de todos los humanos. Pero también son ciertas las palabras de Jesucristo: ‘Habrá un juicio sin misericordia para quien no practicó la misericordia’.


“Y en este campo de la misericordia entran los pedófilos y homosexuales, hermanos nuestros, obispos y sacerdotes que han caído en esos errores (…) pero creemos que dichos errores o caídas no se van a acabar con sanciones férreas, amenazas, mano dura, castigos o pagando millonadas por demandas o asilenciando (sic) a los medios de comunicación social o a los mismos violados o a sus familiares, sino quitando ya esa ley humana del celibato, pues en los primeros once siglos del catolicismo se podían casar obispos y sacerdotes o también guardar el celibato opcional”.

Le avisan que muchos sacerdotes de su arquidiócesis tienen ganas de platicar con él, “su hermano el obispo”, pero como tiene “tantos cargos, encomiendas, problemas, responsabilidades, no nos escuchas. Dices que no tienes tiempo, que rápido te digamos lo que tengamos que decirte y en ese mismo momento has dado tus decisiones a quemarropa y muchas de ellas injustas y sin nada de amor.

“Hermano, padre, pastor, don Juan, ¡apasiónate del proyecto del reino de Dios Sé fiel al evangelio de Cristo y no a los humanos que fallamos. Sé sencillo, humilde, pobre, como cuando viviste tu niñez y adolescencia de un ranchero inocente de Los Altos de Jalisco. (…) Desvanece tu ego que te ha engañado, haciéndote creer que eres casi como Dios”.
En fin, con el nuevo Arzobispo quien al parecer tendrá bastante trabajo, sobre todo  el de escuchar y dialogar con  un Presbiterio que tiene sed de un Pastor que sea padre  y amigo, que los pueda escuchar y  que los pueda comprender. Nadie quiere a Juan Sandoval, ni su presbiterio.

Comentarios