EL ADIOS AL INUTIL OBISPO MIGUEL ROMANO

Tiene 12 años de Obispo y 11 como Rector de una de las instituciones con mayor tradición  en México, el Seminario de Guadalajara, a quien el Anuario Pontificio  cuenta como uno de los Seminarios con mayor número de vocaciones  en el mundo.

Las cosas para esta tricentenaria institución  en los últimos años no le han ido del todo bien. Formado bajo el protectorado del emerito y enfermo  Cardenal Sandoval.

Le quedan pocos días como Rector. A la llegada del Cardenal Robles como Arzobispo de Guadalajara  se sabía que  las cosas para Romano y  su grupúsculo de seguidores no andarían bien y de antemano sabían que los iba a desmantelar.  Hace unos días  fue llamado a la Nunciatura para darle las indicaciones correspondientes.

¿A dónde lo enviaran? Si es por todos sabido que es un Obispo que no tiene capacidad para gobernar, de ahí  su mote  de “Obispo pan Bimbo”. Una de sus capacidades es la de  ser un excelente guía  espiritual, hasta eso un buen escritor pero para dirigir y estar al frente de una diócesis pareciera que no. Si como rector no pudo con el paquete menos como Obispo titular de una diócesis con  todos sus problemas. O una de dos, o esta condenado a ser Obispo auxiliar lo que le resta de vida o  será enviado a ser un Obispo de  Oficina.

Promovido al episcopado por Juan Sandoval aun sin el consentimiento de muchos, después  se supo que el paquete le quedo grande. Su  inutilidad como responsable de la formación de muchos seminaristas y sacerdotes le perjudico la buena fama que tenia entre estos.

En sus inicios la imagen de un Obispo-Rector  causo revuelo entre los Seminaristas, doto de fortaleza y seguridad a la institución, pero como antes fue espiritual de muchos ahora paso al otro lado de la balanza como Prefecto de Prefectos y eso causo cierta indignación entre el Presbiterio. De inmediato logro convertir en un bunker el Seminario se valió de un grupúsculo de Sacerdotes en quienes confió la  espiritualidad  en el Seminario, este grupúsculo llamado Cirecianos, quienes son parte de la Fraternidad Sacerdotal Diocesana San  Juan de Ávila y quienes ubicados estratégicamente  en las  distintas casas de formación  lograron armar una red.

Incluso entre los seminaristas  muchos que por quedar bien con algunos Sacerdotes y con el mismo Obispo  sirven de informantes de las cosas de los demás compañeros. Lo que algunos replican que si bien se  lleva un ambiente de camaradería  en el Seminario se ha propiciado un clima de división interno, entre los que están de acuerdo  con el sistema hasta ahora llevado y con los que no que por miedo  a represalias no lo manifiestan.

El Presbiterio se canso,  sugirió y  comunico al entonces Cardenal Sandoval  pero nunca fueron escuchados. La demanda era que la formación en el Seminario no era del todo buena para los Seminaristas y la causa de ello eran los recientes ordenandos quienes muchos salían con varias dudas, sin ganas de trabajar y rodeados de lujos (ropa, carro y celulares costosos) contrario  a lo que la espiritualidad del sacerdote diocesano predica. Pero en su tiempo el Cardenal nunca oyó los comentarios y sugerencias del Presbiterio, en algunas ocasiones (pocas)  algunos Seminaristas lograban  hablar con el entonces Cardenal asesorados por mas de algún sacerdote  y se hacia justicia, pero  solo eran gotas de cambio sobre todo del torrente que necesita  el Seminario para ser mejor y mantener una formación mas eficiente.

El año pasado un grupo de mas de  50 Sacerdotes  envío una carta a Sandoval estrenándole  e invitándole  a que  renunciara porque ya estaba cansado, en dicha carta hablaban sobre la manera de llevar la formación en el Seminario y  sobre la malversación de fondos que existía en una institución que  maneja no solo miles sino millones de pesos en su economía.

Hoy a casi 5 meses de haber llegado el Cardenal Robles no ha tenido un contacto directo entre Arzobispo-Seminario, si acaso  participo en la Misa en honor de San José y esporádicamente  se le ve en el Seminario donde  atiende a algunos Sacerdotes, pero no ha tenido un dialogo con el equipo formador. A la llegada de Robles  ha habido varios  y sutiles cambios, como el año de servicio obligatorio para todos los estudiantes,  el no acceder a enviar Sacerdotes a  estudiar a Roma recién ordenados sino con mínimo  tres años de experiencia pastoral en parroquia y otros cambios mas sustanciosos que están esperando  en el escritorio del Señor Cardenal.

Uno de los dilemas y preocupaciones para este Cardenal quien trabaja contra reloj es quien  nombrar de Rector, un  hombre sabio, prudente, santo y  con la capacidad de gobernar el corazón de una diócesis  tan importante como Guadalajara. Y en el peor de los casos  es que los propuestos  no han querido meterse en problemas,  no por  gobernar una  institución que tiene mas de  800 seminaristas sino por las distintas situaciones  que se han venido presentando en dicho seminario, casos delicados de  homosexualidad, alcoholismo  y concubinatos de algunos formadores, e incluso casos de pedofilia  y acoso sexual en los seminarios menores auxiliares.

Se le presento  una terna  que sigue vigente de los cuales uno quedo fuera por  sugerencia de varios miembros del Presbiterio, el Sacerdote Francisco de la Rosa quien  por varias cuestiones  de índole moral no podría ser Rector-formador de futuros Sacerdotes, quedan otros dos, a los cuales nos reservamos por ahora el nombre, pero mas de uno tiene la capacidad de ser el indicado.

El Cardenal  en el fondo  sabe y no esta de acuerdo con la manera de trabajar de algunos formadores como lo son Enrique del Río, Guillermo Ochoa, Mariano Moreno, Fernando Barajas, Francisco García Velarde, Marco Antonio García y  Juan Carlos Lupercio quienes han perjudicado  a varios  Seminaristas falseando información e influyendo en Miguel Romano  a la hora de  realizar los informes.

Sobretodo son una camarilla que hace y deshace  en el Seminario, tienen una interesante  y rara influencia sobre quien debiera tomar las decisiones en una institución tan importante como lo es el Seminario.

Los alumnos  todos los que siguen de cerca el Seminario  saben que para el Seminario vienen tiempos mejores, una primavera para esta institución que paso de lo peor a lo mas peor en los últimos años de episcopado de Miguel Romano.

Ahora el presbiterio se ha estado moviendo  y se ha estado reuniendo  con el Cardenal  para  solicitarle un cambio pronto y una transformación verdadadera en este cáncer que tiene dañando  el Seminario por mas de 5 años.

Haber que hará este Obispo que casi nunca, por no decir nunca, durmió  y estuvo en el Seminario, delegando las funciones a otros Sacerdotes, muchos dicen que perdió el piso, ya que incluso quienes en algunos momentos fueron sus protegidos hoy es su enemigo  a quienes les dio la puñalada por la espalda. Que pasara con un Obispo que a  su edad no se ha desarraigado de su familia paterna y vive a la sombra de sus padres, un Obispo que  en mas de una ocasión desvió fondos  para salvar de algunas deudas a mas de un hermano, un Obispo que solapo a algunos Sacerdotes y seminaristas tan solo por su cara bonita, un Obispo que fomenta , apoya y se rodea de  Sacerdotes con discreta y marcada tendencia  homosexual a quienes  envío a estudiar a Roma y que por cierto en el colegio mexicano se les conoce con un mote femenino al grupo de Sacerdotes de Guadalajara, un Obispo que maquillo casos de pedofilia y que cambio a Sacerdotes a otros lugares, y a los Seminaristas involucrados les premio con una carta para subirlos  de grado con tal de que se callaran, un Obispo con su imagen de bonachón pero que en el fondo propicia el autoritarismo a diestra  y siniestra. A este Obispo se le acabo el 20 al igual que a su protector y ahora en la incertidumbre  no sabe, o quizá ya sepa a donde lo enviaran, no pasa que se enferme como en los primeros meses de su nombramiento como Obispo  y luego como rector.

A este  indigno Obispo inútil y el de las homilías interesantes pero aburridas y cansonas le espera una oficina en algún rincón de la Curia, porque si lo mandan a una diócesis, seria como tener la Iglesia en manos de Lucero.

El Seminario de Guadalajara ocupa la imagen de un Rector firme, humano, santo, de apariencia viril y con la capacidad de hacer una  sinergia  entre alumnos y formadores, entre Obispo y Presbiterio. La historia le reclamará la manera en que formo a los sacerdotes del siglo XXI, porque  los principales actores ya le están reclamando a este escuálido, débil e inútil Obispo.

POSDATA

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