FRANCIA: EL EPISCOPADO DESAFÍA A HOLLANDE


Francia se encuentra dividida.  El 53 por ciento de los franceses están a favor de que las parejas del mismo sexo puedan adoptar hijos y seis de cada diez franceses se muestran partidarios de que las parejas homosexuales tengan derecho a casarse.

Ante esta situación la Iglesia francesa se empezó a movilizar. Varios Obispos (que fueron alertados por grupos de laicos) llamaron al presidente del episcopado francés, el Cardenal André Vingt- Trois quien organizo a los Obispos y el episcopado fijó una agenda para enfrentar a este monstruo  que esta asolando varios países y que hoy le toca a Francia.

Una de las acciones fue que el día 15 de agosto en todas las Iglesias de Francia se leería una plegaria donde se pide “que los legisladores, gobernantes y familias eviten los planes del Gobierno de legalizar el matrimonio homosexual.

Ante esto el gobierno se movilizó y público el día 14 un sondeo donde afirmaba que en Francia muchos estaban a favor de esta propuesta de apoyar el matrimonio homosexual.

El Cardenal Arzobispo de Paris Ving-Trois, en su "propuesta de plegaria" habitual en esa fiesta religiosa, pidió "por las que y los que han sido recientemente elegidos para legislar y gobernar para que su sentido del bien común de la sociedad gane frente a las demandas particulares y tengan la fuerza de seguir las indicaciones de su conciencia".

La referencia a las uniones de dos hombres o de dos mujeres fue más explícita más adelante, cuando el cardenal rogó por los niños y jóvenes, para que "dejen de ser objetos de los deseos y de los conflictos de los adultos para que puedan beneficiarse plenamente del amor de un padre y de una madre".

El rezo festivo colocó en primer lugar la cuestión de los efectos de "la crisis económica", al recordar que "muchos de nuestros ciudadanos son víctimas de diversas restricciones y ven el futuro con inquietud" y a ese respeto pidió "a Dios que nos haga todavía más generosos en la solidaridad con nuestros semejantes".

Las críticas lanzadas en los últimos días contra ese texto, algunas de ellas de asociaciones católicas, llevó a la Iglesia a reaccionar para matizar el significado político de su iniciativa.

El obispo auxiliar de París, Éric de Moulins-Beaufort, explicó en una entrevista hoy a la emisora "France Info" que "en este tipo de debates, es bueno que todos los que son capaces de reflexionar y que tienen elementos que aportar a la reflexión estén en su lugar (...) No veo por qué, en un laicismo bien entendido, la Iglesia no puede ser un elemento, entre otros, del debate público".

El texto de la polémica -añadió Moulins-Beaufort- es una forma de "decir a la sociedad'¡atención peligro!', vamos hacia un camino en que en lugar de favorecer la cohesión social (...) cada cual reivindica derechos y quiere que sean estructuradores de la sociedad".
Argumentó que "lo que está en cuestión es si una unión de un hombre y una mujer, duradera y abierta a la posibilidad de tener hijos, es lo mismo para la sociedad que la unión de dos hombres o de dos mujeres".
Y a ese respecto, dijo que es "importante para la cohesión social" que "el amor y el matrimonio son dos cosas diferentes", aunque puedan ir juntas y sea deseable que vayan juntas en el matrimonio.
En definitiva, concluyó el obispo, "el amor homosexual no puede ser una alternativa idéntica" al matrimonio de un hombre y una mujer.

Francia vive en estos momentos un cambio de presidente, Sarkozy cede el gobierno al ultra derechista Hollande. En Francia la Iglesia católica es considerada como uno de los colectivos mas fuertes y reacios del país.

Ahora ante este desafío el gobierno de Hollande se ha dado cuenta que tiene a un rival poderoso y que esta dispuesto a luchar con todo por defender la vida y la familia.

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