LAS PRETENSIONES DEL ARZOBISPO CARLOS AGUIAR




Los Obispos mexicanos bien saben que es lo que pretende Carlos Aguiar. Y no se  ocupa adivinar que el flamante Arzobispo quiere ser Cardenal. Aguiar sabe que da el ancho para ese cargo. Para el promedio de edad en el episcopado mexicano, es un obispo relativamente joven, tiene 62 años. Ingresa al seminario siendo casi un niño. De naturaleza reservada y hasta tímida, Aguiar es un hombre pensante y en ocasiones calculador a diferencia de la mayoría de los obispos en el país. Eso le da un perfil moderado y observador. Se especializó en sagradas escrituras en el Pío Latino en Roma y en Jerusalén. Tiene un doctorado en Biblia en la Universidad Gregoriana de Roma, sin duda el obispo es una persona culta, por lo que sabe a lo que le tira.

Carlos Aguiar Retes es uno de los actores eclesiásticos con mayor influencia, hoy, en la Iglesia católica en México. Es el presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) y por si fuera poco, también es presidente de la Conferencia Episcopal Latinoamericana (CELAM) con sede en Bogotá, Colombia. Además, desde el 8 de marzo de 2007, Benedicto XVI, lo nombró miembro del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso.

Ya le queda poco tiempo como Presidente de la CEM, ya que en la próxima reunión de los Obispos elegirán al nuevo Presidente. Pero Carlos Aguiar aquel Sacerdote del clero de Tepic promovido al Episcopado por el entonces Cardenal Adolfo Suárez y por el entonces Obispo de Tepic Alfonso Robles Cota tiene aspiraciones mas grandes.

El padrino de Aguiar primero fue Obispo de Tepic (1971-1980), luego fue trasladado a Tlalnepantla (1980-1983) y después fue enviado a Monterrey donde recibió el Cardenalato. Aguiar parece que sigue sus pasos, originario de Tepic, de ahí fue promovido a Obispo de Texcoco en  1997, y en 2009 fue promovido a Tlalnepantla como Arzobispo. Pero Aguiar pretende ser Cardenal de Monterrey y todos sus esfuerzos se están concentrando en llegar a serlo.

Aguiar tiene todo en sus manos para poder llegar a serlo, y aunque apareció en la terna para suceder a Juan Sandoval de Guadalajara no fue elegido. Y es que en los Cabildeos que la Nunciatura hizo muchos Sacerdotes de Guadalajara no estuvieron de acuerdo  de que el fuera su próximo Arzobispo, debido a que no conocía la realidad de la diócesis y ellos preferirían  a alguien salido del clero de ahí, además Aguiar tuvo un enfrentamiento publico con el Cardenal Sandoval debido a su forma de pensar, sobre todo en las reformas que Aguiar propuso y cabildeo con algunos Diputados y Senadores, ello obligo a Sandoval a mandar una carta publica a Aguiar donde le reprochaba su oscura y sucia labor que en nada beneficiaria a la Iglesia, pero Aguiar no la respondió porque sabría que a Sandoval le quedaba poco tiempo como Cardenal y el aspiraba a ese Cargo, pero en asuntos de la Iglesia el titular muchas veces es consultado sobre su sucesor y Sandoval no estuvo de acuerdo, se dice que incluso cuando fue a Roma fue a eso, a no permitir la llegada de Aguiar a Guadalajara, la historia ya la sabemos, por lo que quedo libre Monterrey para el ambicioso Arzobispo de Tlalnepantla.


Primero por un lado tiene el apoyo de muchos Obispos que el ha impulsado  y que juntos han trabajado en el Episcopado para promover un frente común en contra de otros grupos ya debilitados por el factor tiempo como lo es el grupo de  Sandoval-Cepeda-Berlie-Rivera, quienes la mayoría ya son emeritos, y por otro el apoyo del gobierno mexicano, ya que esta sumamente ligado con el grupo Atlacomulco y con el actual Presidente electo Enrique Peña Nieto con quien mantiene una intima y estrecha amistad, encabezó la comitiva de obispos que acompañaron al entonces mandatario mexiquense a Roma para presentarle al Papa, su novia Angélica Rivera.  Esta amistad se afianzo desde que fue Obispo de Texcoco. Desde luego Aguiar mantiene estrecha comunicación con el tío del próximo presidente, Arturo Montiel. Y por si fuera poco tiene una muy buena relación con el actual Nuncio Pierre. Factores determinantes para la futura elección.

Aguiar es un hombre que sabe hacer política, tanto en la Iglesia como en el Estado, su posición como representante de los Obispos de México le ha ayudado  y por eso ha venido insistiendo desde hace tiempo en nuevas reformas constitucionales que garanticen plenamente la libertad religiosa. En su primer carta pastoral como Arzobispo de Tlalnepantla. 

En la carta pastoral hay planteamientos interesantes y otros de contraste. Con tono crítico habla de un “México Roto”, con la violencia y la inseguridad vivimos un México que ha venido perdiendo rumbo. Uno de los párrafos más agudos de la carta, Carlos Aguiar Retes sostiene lo siguiente: “En el orden político nacional, no es ningún secreto que nuestra democracia al mantenerse principalmente formal no ha logrado consolidarse y mantiene latente la tentación de la regresión autoritaria aun por la vía electoral”. El texto afirma que hay una crisis de legalidad, una crisis de moralidad y por tanto debilitamiento de los tejidos sociales. En ese sentido Monseñor Carlos Aguiar, invita en su carta a reafirmar los valores en mundo que ha cambiado de época y a sostener la familia como núcleo básico de la sociedad. Frente a la secularización y la pérdida de creencias, Aguiar sostiene que “Una sociedad que reconoce a Dios y mantiene sus valores es una sociedad que se humaniza; se humaniza la persona y se humaniza la comunidad.”

En otras ocasiones ha afirmado: “Actualmente, la Constitución sólo garantiza la libertad de creencia y de culto; esto es, que cada quien pueda creer en lo que mejor le plazca y realizar el culto convenido. Pero esto es apenas una pequeña parte de la verdadera libertad religiosa. De manera que hablamos de un asunto de leyes, y las leyes dependen del Legislativo. Por eso son más importantes las relaciones con el Congreso que con el Ejecutivo” (Proceso, núm. 1574, noviembre 2006).

Veremos si Robles que jugara un papel importante en esta transición apoyara a su amigo y colega Aguiar, si es así es muy probable que Robles sea el próximo presidente de la CEM, no un presidente obligado, sino un presidente necesario para los Obispos de México y que quien pasó más de 11 años en la entidad mexiquense como obispo y conoce a fondo los usos y costumbres del priísmo del estado de México que ahora vuelve a tomar el poder político en México.

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