EL OBISPO DE SALTILLO: CANDIL DE LA CALLE Y OSCURIDAD DE SU CASA



Polémico, activista y metiche es como se podría  catalogar al actual Obispo de Saltillo. Le encanta la Polémica y  seguido anda buscando los reflectores para hacerla, se ha vuelto  un activista profesional mismo que lo ha involucrado en  la defensa de los migrantes centroamericanos, los mineros de carbón, los homosexuales, los indígenas, las trabajadoras sexuales, los familiares de desaparecidos de la guerra contra el narcotráfico, los deudos de la mina de Pasta de Conchos, donde sesenta y cinco mineros murieron sepultados; los trabajadores del Sindicato Mexicano de Electricistas, despedidos en masa de una empresa paraestatal en octubre de 2009. Todos, y donde  haya  no una injusticia sino una manera de poder captar los reflectores de los medios ahí esta Vera.

El mismo Cristo enseña que hay que ser profetas, de anunciar  y denunciar de hablar con la verdad. Pero parece que el Obispo Raúl Vera (Leer aquí) es candil de la calle y oscuridad de su casa, ya que esta descuidando la pastoral de su propia diócesis por estar constantemente viajando  por lo que le hace  imposible  estar presente en el caminar de su propia diócesis, y cuando esta solo esta arremetiendo contra el gobierno.

A su llegada a Saltillo en 1999 hizo cambio de Sacerdotes, cambios para unos  bien vistos y para otros  drásticos, debido que  había algunos que tenían mas de  20 años  en las parroquias, como el caso de quienes estaban en el Sagrario de Catedral, o como el de la comunidad del Ojo de Agua o el lamentable caso del Sacerdote de Fátima quien fue suspendido por Vera por no aceptar salirse de esa comunidad.

El problema del Obispo Vera es que  se cree luchador nato, pero mas bien es un metiche nato que anda buscando  problemas para entrar como redentor. En sus homilías  siempre habla de justicia social, casi no evangeliza y poco le falta para incitar a la rebelión armada, poco habla de Dios aunque el crea que lo hace.

La estructura que dejo el anterior Obispo Antonio Villalobos ahora esta algo diezmada por la falta de  presencia del Obispo, incluso sus hermanos Obispos de diócesis circunvecinas están algo molestos con el por su actitud, y es que Raúl Vera a todo le tira pero a nada le pega.

Raúl Vera habla de sencillez, de la lucha contra los poderosos pero algunas cuestiones de su vida dejan mucho que desear, pareciera que vive de la imagen, y sabe muy bien que si se crea fama se puede echar a dormir fácilmente. Y es que el hacer saber  a la gente que duerme en una cama sencilla como en la que usaba en el noviciado no se compara con toda la tecnología que  carga con el, una laptop, iPhone, iPad y BlackBerry, lo cual le hacen ser un especialista en tecnología.

La falsa sencillez y la supuesta espiritualidad se derrumban con su carácter colérico y despectivo para quienes no piensan con el o no se someten a sus indicaciones.

Hace unos meses (leer aquí) fue llamado por el Vaticano para dar explicación a unas cuestiones doctrinales de las cuales había causado alerta en Roma, y ¿que paso? Nada, Vera sigue igual si no es que mas activo que nunca. Esto enciende los focos rojos en Roma ya que Vera se encamina a ser un Obispo rebelde que se escuda en los derechos de los desposeídos.

La gente en Saltillo esta cansada de la actitud de este Obispo colérico que de todo habla menos de Dios. Vera piensa que  todo lo que hay en Saltillo esta a su servicio para  lanzar sus batallas, incluso a solicitado dinero de las arcas diocesanas para financiar movimientos no solo en Coahuila sino en México y en el extranjero.

Y es que a Vera le falta mucho para ser como Don Samuel Ruiz, le falta mucho para ganarse el titulo de Tatik, como llamaban a don Samuel los indígenas de Chiapas y que a diario ese titulo le recuerda  en la propia sala de su casa donde  cuelga un cuadro que le regalaron indígenas de Chiapas cuando dejó la diócesis de San Cristóbal, con decenas de pequeñas manos y la leyenda: "Tatik, no existe lejanía". 


El Dios de Vera es muy diferente al que pregono Cristo, el Dios de Vera habla de acabar con los poderosos, de reivindicar a los desposeídos no evangelizándolos sino apoyando manifestaciones, financiando actividades de grupos de choque para poner en jaque al gobierno o utilizando los micrófonos para hablar de lo malo de los gobernantes.

Estas actividades hasta cierto punto  son buenas pero cuando  no van acompañadas de una vida de coherencia caen en medio del desierto  y se vuelve activismo. El problema de Vera es que esta descuidando el rebaño que Dios le confió. Y aunque   fue nominado  para el Premio Nobel de la Paz no se lo dieron, pero cual Paz si lo que promueve es rebeldía contra las estructuras. Ojala este Obispo no sea candil de la calle y oscuridad de su casa y se apreste a renovar su Iglesia y a tener mas cercanía con sus Sacerdotes y sobretodo con sus fieles.

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