EL ARZOBISPO DE HERMOSILLO ES CULPABLE DE LA CRISIS MORAL DE SU PRESBITERIO Y DE LA CRISIS ECONOMICA DE LA ARQUIDIOCESIS


Es un hecho, la Arquidiócesis de Hermosillo  esta en crisis. Una crisis que tiene tres vertientes: moral, económica y de gobernabilidad pastoral. En lo económico ya lo habíamos anunciado  cuando la Arquidiocesis  se quedo sin dinero para pagar los impuestos de sus inmuebles entre otras cosas (ver aquí).

Esta arquidiócesis  tiene 233 años de haber sido erigida. Ha tenido 16 pastores que la han gobernado. Fue elevada al rango de Arquidiócesis en  1963, siendo su primer Arzobispo Juan María Navarrete y Guerrero quien vino a  fortalecer la Pastoral en todos los sentidos en tan solo cinco años que duro como Arzobispo, a este le sucedió Carlos Quintero Arce quien con 92 años es el Arzobispo Emerito.

Ulises Macias Salcedo nació en 1940 en León Guanajuato, donde también se ordeno. Fue promovido al episcopado por quien fuera su Obispo  Don Anselmo Zarza Bernal y  nombrado Obispo titular de Mexicali.

En Mexicali duro casi 12 años, que en su mayoría gasto en promover la catequesis, las vocaciones y el desarrollo pastoral, pero también  promociono mucho la pastoral de las Señoras adineradas con quienes se juntaba a comer o a desayunar y constantemente les pedía su apoyo económico para promover “obras pastorales”, ahí fue donde estas señoras le apodaron el Obispo “Chulises”  supuestamente por su educación y su fina manera de andar mismas que según ellas contrastaba con su personalidad tan agraciada. Gracias a esto le valió ser promovido a la sede de Hermosillo en 1996 como su tercer arzobispo.

Recibió  una diócesis pujante pastoralmente hablando, que con el paso de los años ha ido destruyendo gracias a su  falta de carácter, a su vicio por los  juegos de azar y a su gran capacidad de derrochar el dinero que  tan generosamente da a la Iglesia la  feligresía.

El Arzobispo de  Hermosillo es culpable de la crisis moral de su presbiterio en estos  últimos años ha   solapado a varios sacerdotes en su doble  vida. Tal es el caso  de  los Sacerdotes Martín Lovio quien  vive con su amante y  fue removido del municipio de Bavicora. El Sacerdote Arturo Martines Carpena quien vive con la familia de la mujer con la que  mantiene una relación de varios años. El Sacerdote Genaro Huerta, párroco de Santa Elena quien fue rector del Seminario  y  ha sido acusado de molestar a varios Seminaristas. El Sacerdote Rene Cruz Flores quien se encuentra en Nogales actualmente y quien  ha sido denunciado por abusar de una menor de edad  en la Parroquia de San Juan Bosco. El Sacerdote Saúl Espinoza  párroco del templo el Padre Nuestro quien es de las confianzas del Arzobispo Ulises y quien lo  ha protegido bastante, incluso  dándole una  fuerte cantidad de dinero para callar a una mujer que lo denuncio incluso con pruebas de ADN de que era el Padre de su Hijo.


El Arzobispo de Hermosillo es el causante de la crisis de ingobernabilidad pastoral por la que esta  pasando esta Arquidiócesis, ciertamente le faltan 3 años para terminar su gestión pero a estas alturas la feligresía y un  pequeño grupo de Sacerdotes están sufriendo esta situación.

Además agregándole a esto su fuerte inclinación y sobreprotección de Sacerdotes homosexuales y su fuerte adicción a los juegos ya que  seguido se le ha visto que  viaja a las Vegas y derrocha dinero, dinero que desde luego no es de el si no de la Arquidiócesis..

Esto ya no compete al episcopado mexicano sino directamente a la Congregación de los Obispos  el poner orden no solo en esta diócesis sino en algunas mas que se encuentran en serios problemas y que de no ponerse orden  esto desencadenara en un fuerte escándalo para la Iglesia Católica en México.

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