PREMIO PARA EL SECRETARIO DEL PAPA



Era imposible que se le relegara. Tal como lo decían los vaticanistas italianos  y los mismos rumores en la Curia Romana, en donde tiene pocos, poquísimos diríamos, amigos.

George Gaenswein el flamante secretario personal de Benedicto XVI fue promovido a lo que tanto ha anhelado, al Episcopado. De golpe fue  impulsado a  la dignidad de Arzobispo.

Acusado al interior del Vaticano por ser uno de los principales sospechosos del Vatileaks, sus detractores se han sorprendido. Se decía que seria removido del cargo, pero no, seguirá siendo Secretario Privado de su Santidad y aparte ha sido nombrado Obispo con el grado de Arzobispo Prefecto de la Casa Pontificia.

Tiene 28 años de ordenado y 16 de conocer y trabajar directamente con Joseph Ratzinger a quien conoció en 1996 en la Congregación para la doctrina de la Fe de donde fue colaborador.

Ahora con este poderoso nombramiento George Gaenswein se fortalece al interior de la Curia y se alista para no solo llevar la agenda del Papa sino que también para coordinar todo lo correspondiente al primer y segundo círculo del Papa.

Gaenswein  será responsable de supervisar la misión de la Prefectura que  es ordenar el servicio de antecámara y organizar las audiencias solemnes que Su Santidad concede a los Jefes de Estado, Presidentes de Gobierno, Ministros y otras personalidades eminentes, así como a los Embajadores que llegan al Vaticano para presentar sus Cartas Credenciales.

La Prefectura prepara cuanto se refiere a todas las audiencias, privadas, especiales, generales, y a las visitas de las personas admitidas a la presencia del Sumo Pontífice. Asimismo dispone lo que se refiere a las ceremonias pontificias -excepto la parte estrictamente litúrgica-, a los Ejercicios Espirituales del Santo Padre, del Colegio Cardenalicio y de la Curia Romana.

De igual modo, compete a la Prefectura disponer los preparativos necesarios y oportunos cada vez que el Santo Padre sale del Palacio Apostólico a Roma o viaja por Italia.

Con este influyente cargo es un  impulso en el escalafón ascendente en la carrera episcopal de George Gaenswein, aquel Sacerdote  que hace unos meses causo revuelo  en las revistas de corazón y en la prensa de sociales de Europa por ser nombrado como el playboy del Vaticano.

Así con este nombramiento Benedicto XVI lo fortalece, en cierta medida lo protege en estos tiempos de fin de Pontificado, no extrañe que en menos de que cante un gallo sea nombrado Cardenal.

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