BENEDICTO XVI RENUNCIA, ¿O LO RENUNCIAN?




Tal como lo habíamos dicho en Santa y Pecadora se cumplió. (Ver aquí y aquí) La jauría de buitres y lobos han logrado quitar a Benedicto XVI. Ahora empieza el calvario silencioso de Ratzinger, en el olvido, en el silencio, en el aislamiento, porque no podrá hacerle mosca al Nuevo Papa.

El espíritu de confusión y duda se apodera de la Iglesia. Miles de católicos de a pie en todo el mundo se preguntan, nos preguntamos ¿y el Espíritu Santo también se lo quitan a Benedicto XVI?

Juan Pablo II modifico que el Papa pudiera renunciar y el no lo hizo, era como bajarse de la cruz y Cristo  no lo hizo, era lo que argumentaba y siguió al pie del cañón hasta los últimos días de su vida.

Con esta actitud la Iglesia Católica se equipara a cualquier organización  política terrenal donde cualquier Presidente puede renunciar a su cargo por enfermedad o por cansancio.

Es lamentable que en este  año de la Fe pase esto, pero ya se  veía venir, las luchas intestinas en el corazón de la Iglesia Católica son cada día mas fuertes, luchas silenciosas y estratégicas.

Ahora a esperar el teatrito del Conclave, puesto que los  Cardenales que manejan la política Vaticana  ya tienen al sucesor de Pedro, se trata de un Cardenal de la Masonería que hará lo que los hombres dicen y Dios será relegado como Benedicto XVI.

A continuación el discurso dimitorio de Benedicto XVI:

Queridísimos hermanos, Os he convocado a este Consistorio, no solo para las tres causas de canonización, sino también para comunicaros una decisión de gran importancia para la vida de la Iglesia. Después de haber examinado ante Dios reiteradamente mi conciencia, he llegado a la certeza de que, por la edad avanzada, ya no tengo fuerzas para ejercer adecuadamente el ministerio petrino. Soy muy consciente de que este ministerio, por su naturaleza espiritual, debe ser llevado a cabo no únicamente con obras y palabras, sino también y en no menor grado sufriendo y rezando.Sin embargo, en el mundo de hoy, sujeto a rápidas transformaciones y sacudido por cuestiones de gran relieve para la vida de la fe, para gobernar la barca de San Pedro y anunciar el Evangelio, es necesario también el vigor tanto del cuerpo como del espíritu,vigor que, en los últimos meses, ha disminuido en mí de tal forma que he de reconocer mi incapacidad para ejercer bien el ministerio que me fue encomendado.Por esto, siendo muy consciente de la seriedad de este acto, con plena libertad, declaro que renuncio al ministerio de Obispo de Roma, Sucesor de San Pedro, que me fue confiado por medio de los Cardenales el 19 de abril de 2005, de forma que, desde el 28 de febrero de 2013, a las 20.00 horas, la sede de Roma, la sede de San Pedro, quedará vacante y deberá ser convocado, por medio de quien tiene competencias, el cónclave para la elección del nuevo Sumo Pontífice.Queridísimos hermanos, os doy las gracias de corazón por todo el amor y el trabajo con que habéis llevado junto a mí el peso de mi ministerio, y pido perdón por todos mis defectos. Ahora, confiamos la Iglesia al cuidado de su Sumo Pastor, Nuestro Señor Jesucristo, y suplicamos a María, su Santa Madre, que asista con su materna bondad a los Padres Cardenales al elegir el nuevo Sumo Pontífice. Por lo que a mi respecta, también en el futuro, quisiera servir de todo corazón a la Santa Iglesia de Dios con una vida dedicada a la plegaria.

Comentarios