EL NUEVO PRESIDENTE DEL BANCO VATICANO



El Instituto para las obras de la Religión  tiene nuevo Presidente. Se trata del aleman Ernst von Freyberg quien sustituye a Ettore Gotti Tedeschi quien  fue removido de su cargo en mayo del año pasado.

Freyberg tiene  54 años. Es abogado por la Universidad de Munich y tiene un doctorado en Derecho por la Universidad de Bonn. Es casado  y perteneces desde hace varios años a la Orden de Malta. Se ha desempeñado desde hace poco menos de un año como jefe de la fabrica naval del conglomerado Blohm+Voss Group en Hamburgo. También es parte del consejo de administración de la empresa Manpower GMBH, y coordina  un área de la Asociación para las Peregrinaciones a Lourdes de la Arquidiócesis de Berlín.

Según el Vaticano la elección de Freyberg se llevo a cabo gracias al apoyo de una empresa cazadora de talentos.

El IOR (Banco Vaticano) se encuentra envuelto en una serie de escándalos de lavado de dinero y malversación de fondos, mismos que orillaron a que los Estados Unidos lo pusiera en la mira de las instituciones financieras ligadas al dinero sucio.

Después de esas declaraciones de instituciones norteamericanas el 24 de mayo de 2012  el Consejo de administración del IOR decidió despedir al anterior presidente de origen italiano Gotti. Este anterior director molesto con la decisión de los Cardenales  afirmo en conferencia de prensa que ponía   su vida en las manos de los directores del IOR debido a que sabía demasiada información que no solo involucra a laicos  y entidades financieras ligadas a la mafia italiana sino  a mismos Cardenales y Obispos influyentes de la Curia Romana, el caso se calmo y no fue hasta casi  poco mas de  nueve meses  cuando la Comisión de Cardenales que dirige el IOR dio a conocer el nombre del nuevo Presidente.

El Banco del Vaticano es una entidad financiera que administra casi 33 mil cuentas abiertas de Cardenales, Obispos, Movimientos, Congregaciones, Grupos, arquidiócesis y fundaciones de todo el mundo.

Y es el que antecede al Banco Ambrosiano,  acusado el siglo pasado de lavar dinero de la mafia Siciliana, mismo que le cambiaron el nombre por el del Instituto para las Obras de la Religión

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