Tiene 76 años. Nació en Chicago. En 1957 ingreso a la Congregación de los
Oblatos de Maria Inmaculada, fundados en 1816. En 1957 fue ordenado Sacerdote a la edad de 26
años. Su historial académico es muy brillante, tiene una maestría en Filosofía
por la Universidad Católica
de América, con sede en Washington, D.C., tiene un Doctorado en Filosofía Estadounidense por la Universidad de Tulane,
ubicada en Louisiana. Tiene una maestría en Teología por la Universidad de Ottawa
en Canadá.
Ha sido docente en las universidades de Tulane, de Creighton en Nebrasca y de Cambridge en Massachussets y formador del
Seminario de su Congregación en Mississippi.
Aunque nunca ha estado en la Curia conoce muy bien los
entramados de ella, sus años de estudio
en la Universidad Urbaniana
y su cargo como Vicario General de su Congregación le dio los contactos
necesarios para conocer de cerca la vida dentro de los muros Vaticanos, no como
actor pero si como espectador entre los años 1974 y 1988, estuvo en Roma durante los años del
esplendor del Pontificado de Juan Pablo II. Ahí conoció al Cardenal Agostino
Cacciavillan (pupilo del cardenal Villot) que colaboraba en las instancias de la Pontificia Academia
Eclesiástica y quien mas tarde fuera Pro Nuncio en los Estados Unidos y quien
lo ordenaría Obispo en 1990, enviándolo a Yakima, Washington. En 1996 fue
elevado al rango de Arzobispo a la sede de Pórtland Oregon, cargo donde duro 11
meses. En 1997 fue
designado Arzobispo de Chicago, una de las Arquidiócesis con mas tradición en
Estados Unidos y con un numero considerable de hispanos. En el Consistorio de 1998 a la edad de 61 años fue elevado a
Cardenal Presbitero.
En Chicago tiene quince años, y su labor ha sido impresionante, al grado
que ha logrado purificar y limpiar la arquidiócesis, incluso hay un pequeño
sector de sacerdotes que no están de acuerdo con su manera de trabajar, pero solo se oponen durante las reuniones con
el Presbiterio, su actitud tranquila y sencilla ha logrado cautivar a mas de
alguno, ya que la ha sabido combinar con un carácter sólido y eficaz.
Será su segundo Conclave y ha llamado la atención en las
Congregaciones Generales. Sus declaraciones han puesto a temblar al grupo de
los Curiales, sin miedo y sin pelos en la
lengua. A la par con el Presidente de la Conferencia de Obispos
de Estados Unidos el Arzobispo Timothy Dolan fueron los iniciadores de las
conferencias de prensa dadas por las
tardes al finalizar las Congregaciones generales, esta acción molesto a los
Cardenales Sodano y Bertone, quienes prohibieron a todos los Cardenales, sin
dirigirse en especifico a ellos, cualquier contacto con los medios.
George rompió el silencio. El ya dijo que no quiere ser Papa
y dijo que el candidato a Sumo Pontífice debe tener un brillante testimonio,
cualquier tipo de irregularidades podría eclipsar su testimonio. En una
entrevista afirmo, que los Cardenales que apoyaban a Maciel no pueden ser
Candidatos fuertes, en alusión a Sandri y a Sodano, incluso ha dicho que
quienes han protegido a Curas pedofilos no deberían ser tampoco candidatos
papables. El, con su tolerancia cero demostró el cambio en su arquidiócesis y
es por eso que no tiene cola que le pisen.
George es un hombre de carácter y de autoridad que bien serviría
para poner a tono a los Curiales y a
muchas cosas de la Iglesia que tanto falta le hace.
Ya lo ha dicho incluso desde antes de entrar al Conclave.
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