
El comité organizador de la JMJ en Río de Janeiro no había tomado en cuenta la situación que se presentaba en Brasil. El descontento generalizado en todo el país ni siquiera los había puesto en alerta. Y es que las manifestaciones se habían centrado en las distintas actividades de la Copa Confederaciones y relativamente era poca gente la que se manifestaba, el susto fue este pasado jueves, cuando mas de 1 millón de personas se manifestaron no en 20 sino en 80 ciudades de Brasil, incluyendo Río de Janeiro sede de la JMJ.
Estas acciones de descontento social que han paralizado al País se dan cuando justamente faltan 22 días para que inicien las actividades de la JMJ, por un lado la Semana Misionera y la llegada de mas de 20 mil voluntarios internacionales que arribaran antes del 15 de julio para su previa capacitación.
El caso es que el ambiente en Brasil es de descontento, lejos de que los Brasileños se sientan orgullosos por ser el centro del mundo, tanto religioso como deportivo, por los dos macro eventos que tendrán como sede Brasil, y es que el nacimiento de este nuevo movimiento de descontento ha sorprendido a propios y extraños, tanto a las autoridades religiosas como las autoridades políticas.
Y es que al principio se pensaba que las manifestaciones eran por el elevado costo del transporte, pero no es así, ese no es el motivo , sino que la gente esta cansada de la corrupción, de los privilegios de los políticos, del desorden en la educación y en la salud.
La Presidenta Rousseff al ver la magnitud de la situación tuvo que cancelar un viaje a oriente y de inmediato convoco una reunión de emergencia de su gabinete, lo que desemboco en un mensaje a la nación transmitido por todos los medios electrónicos.
Hay dos preguntas que todos los medios se hacen ¿por qué aumentan cada las manifestaciones en un país que era presentado como modelo de progreso económico y social? y ¿qué puede hacerse para calmar la situación, sobretodo cuando un evento tan importante como la JMJ esta en puerta?
Y todo indica que ninguna de las dos interrogantes tiene respuesta simple para las autoridades brasileñas.
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Arzobispo de Río |
Datafolha, una seria encuestadora brasileña afirmo que las razones de estas manifestaciones se deben a que 56 % esta contra el aumento del pasaje (que cuesta aproximadamente 2 dolares), 40% esta contra la corrupción, 31 % esta contra la violencia y represión. Mientras que según esta encuestadora de los manifestantes el 77% tiene educación media superior, 84% no apoya ningún partido político, 53% son menores de 25 años y 22% son estudiantes.
La preocupación esta ahí ya que si las manifestaciones recrudecen podría complicar que el Papa Francisco asista a la JMJ y con ello varios Obispos de la región.
Monseñor Tempesta, Arzobispo de Río y primer responsable de la JMJ afirmo que no hay nada que temer, que las manifestaciones son un movimiento legitimo, fruto de una "sociedad democrática", pero denunció que en este tipo de manifestaciones haya violencia.
En una reunión de coordinadores de voluntarios se le pregunto si existía preocupación por las protestas y la visita del Papa, dijo que mas que preocupación esta sorprendido por la respuesta de la gente, pero que confía en el gobierno quien ya afirmo que Río sera protegida por el gobierno y se garantizará la seguridad de los peregrinos y desde luego del Santo Padre.