En estos años estaremos escuchando de Brasil como un país de moda. Un país que sera el centro del mundo por lo menos en los próximos 5 años. Y es que Brasil sera la sede de la JMJ a celebrarse a finales de julio en Río de Janeiro. También por esas fechas estará la Copa Confederaciones, en un año mas el Mundial y en un par de años las Olimpiadas.
Un sector importante de Brasileños quiere ir a la par a los países mal llamados de "primer mundo", ese grupo de países que están haciendo de las suyas para que sus leyes incluyan el Gaymonio y el aborto como favorables en sus leyes.
Brasil se suma a la iniciativa que otros paises han tenido Francia, España, Holanda, Nueva Zelanda. Pero los catolicos brasileños estan empeñados en dar una batalla para contrarestrar este tipo de iniciativas y como los católicos franceses estan decididos a hacer la guerra.
El fin de semana pasado la organización Movimiento nacional de la ciudadania por la vida, que es un conglomerado de organizaciones católicas que han hecho alianza con organizaciones evangélicas pro vida. La meta de esta organización es movilizar a mas de 100 mil personas.
«Ese proyecto plantea, por ejemplo, que en caso de una violación la madre reciba asistencia psicológica, apoyo financiero del Estado y ayuda para que sea reconocida la paternidad si decide dejar nacer a su hijo», dijo a periodistas el vicepresidente del Movimiento Nacional de la Ciudadanía por la Vida, Jaime Ferreira Lopes.
Sobre el casamiento entre personas del mismo sexo, Ferreira Lopes reiteró que supone una «afrenta a la vida y a la familia tradicional» que «no puede ser amparada por la justicia», sobre todo cuando el Congreso no ha legislado sobre el asunto.
Aludió así a una decisión adoptada el pasado 14 de mayo por el Consejo Nacional de Justicia (CNJ), que legalizó de hecho y por la vía judicial el casamiento homosexual.
Hasta esa fecha, en Brasil sólo se contemplaba la figura de la «unión estable» de homosexuales, equivalente a un casamiento, aunque aunque sus miembros son considerados «solteros» y como tales tienen limitaciones en cuanto a herencias y otras garantías reservadas a los matrimonios heterosexuales.
Según la decisión del CNJ, las uniones estables ahora deben ser convertidas legalmente en un matrimonio si así se solicita, y los registros civiles del país ya no pueden negarse a casar a parejas de homosexuales.
La batalla se ve dura pero si los católicos brasileños bien pueden aprovechar el evento de la JMJ para impulsar un apoyo mundial provida en su pais.
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