“En la Curia hay gente santa, de verdad, hay gente santa,
pero también hay una corriente de corrupción, también es verdad”
“Se habla del ‘lobby gay’, y es verdad, está ahí… hay que ver qué podemos hacer”.
Papa Francisco (Audiencia 6 de Junio 2013)
Desde la era del Papa Wojtyla ya era un secreto a voces. Incluso los autores del libro El Vaticano contra Dios ya hablaba de la existencia de este grupo. Ratzinger lo supo, lo cobijo, lo tolero, al final al conocer la podredumbre que le rodeaba según eso lo impacto tanto que le costo su renuncia.
La podredumbre que rodea a la pestilente Curia Vaticana es solo la punta del iceberg que alberga situaciones tan dignas de contar en una novela y llevarla al cine: homosexualidad, narcotráfico, drogadicción, prostitución, efebía, asesinatos, malversación de fondos y un sinfín de porquerías mas.
Hasta ahora están saliendo a la luz las palabras que a principios de la semana pasada el Papa Francisco afirmaba al respecto de la situación tan escandalosa de la Curia. Ante su ingenuidad y su incapacidad (reconocida por el mismo) de no poder solo con el paquete, ahora afirma que necesita de los Cardenales. ¿Acaso el Papa no tiene la suprema autoridad?
Si, la tendrá pero supongo que es difícil saber que la raíz de todos estos males no están fuera de la Iglesia, sino que están dentro y que las principales cabezas de estos aberrantes pecados que se han enraizado en los últimos 50 años en el corazón de la Iglesia tienen nombre y apellido, incluso visten de Purpura.
Francisco (Bergoglio) sabe que la corrupción ha tocado no solo la puerta, sino también los aposentos pontificios. El poderoso grupo de homosexuales ha copado los rincones de mayor poder dentro de la Iglesia. Entonces ante su aparente ingenuidad sabe que va a ser difícil desenmascarar a estos cabecillas, ya que no algunos sino muchos tienen el rango de Arzobispos y Cardenales. Pero para desilusión de muchos Francisco se siente incapaz y ya lo ha dicho: “Yo soy una persona desorganizada, nunca he sido bueno en esto, pero los cardenales la van a llevar adelante (la reforma)”,
Los tentáculos del lobby gay salpican no solo a la Curia, sino a Obispos, Arzobispos y Cardenales de otras latitudes del orbe, de países como Inglaterra, España, Francia, México, Estados Unidos, Argentina entre otros.
Si el Papa quiere recuperar la dignidad de una Curia Prostituida, tendrá que empezar con sus mas allegados colaboradores, sino estaremos viviendo la misma corrupción de siempre, de una Iglesia que gracias a las oraciones y a los católicos de a pie se mantiene firme, mientras que la cúpula se ha corrompido con los 7 pecados capitales.