El Papa decide aplazar los nombramientos de dos Arquidiocesis importantes en España, y prefiere esperarse para escuchar a los obispos Españoles y sus inquietudes. Por lo que los relevos para Madrid y Barcelona tendrán que darse hasta que pase la visita Ad Limina.
La Iglesia Española vive momentos de cambios. Los ciclos episcopales de algunos influyentes
Obispos están llegando a su fin. Ya hemos hablado (ver aquí) en este espacio de los cambios en las arquidiocesis de Madrid y Barcelona, donde los Cardenales Rouco Varela y Martínez Sistach están en la ultima etapa de su episcopado, debido a que ambos han cumplido los 75 años, edad de cambio en la Iglesia. Estos dos Cardenales, de formas de pensar diferente, ya han enviado al Vaticano sus respectivas renuncias.
En un principio se creía que se nombraría a los relevos en el ultimo trimestre del 2013, pero para sorpresa de muchos el Papa Francisco ha tomado una decisión y esto se aplazará.
Resulta que un influyente Obispo español se movió en Roma para ver si se aceleraba el nombramiento de los nuevos Arzobispos de Madrid y Sevilla, una vez que los actuales Arzobispos ya habían solicitado su renuncia al Papa, hasta ahora no aceptada oficialmente. Entonces en Roma de inmediato se dio una respuesta muy al estilo de Francisco: esperar y analizar para hacer una buena elección.
Y es que el Papa Francisco quiere escuchar a todos los Obispos españoles, su sentir y sus puntos de vistas antes de tomar una decisión a la hora de elegir a los Obispos, en especial el de Barcelona y Madrid. Esta oportunidad se dará en la próxima "Visita Ad Limina" a celebrarse entre el 24 de febrero y el 8 de marzo de 2014.
Esta decisión Papal ha retrasado también la elección del nuevo presidente del Episcopado Español, la cual según fuentes episcopales será hasta que los Obispos regresen de la visita a Roma para informar al Papa de la situación de la Iglesia en España.
Siendo Madrid una de las plazas mas importantes no solo de España sino de toda Europa cobra peculiar importancia la decisión del relevo en Barcelona, mas que nada por la situación que esa región española esta viviendo, ante una posible separación de España y volverse autónoma con el naciente nacionalismo catalán, desde luego bendecido por la Iglesia y los obispos.
Es por eso que el Papa lejos de tomar una decisión errónea o influenciada prefiere escuchar y conocer la situación de manera personal, para poder decidir acertadamente estos movimientos tan importantes del ajedrez eclesiástico en España.