Era una reunión-desayuno en la mañana del 22 de septiembre. Carlos Aguiar Retes en Tlalnepantla recibía la noticia de lo que semanas atrás era un rumor entre algunos Obispos de México. Y es que gracias a sus contactos logro darse cuenta que en el Vaticano estaban necesitando del servicio de un Obispo Mexicano y no era el.
El nombre del susodicho ya se manejaba en la Nunciatura apostólica, pero después fue confirmado por el Vaticano, y era Jorge Carlos Patron Wong, actual Obispo de Papantla, mejor conocido en los ambientes eclesiásticos como “el Chino”.
Dicen quienes estuvieron ese día con Carlos Aguiar que este no le pareció tan bueno el nombramiento de su colega y tocayo mexicano quien fue llamado a la curia Romana como secretario de la Pontificia Congregación para el Clero, y que afirmo que había mejores elementos entre los Obispos de México.
Y es que resulta tan indignante para un Arzobispo egocéntrico y trepador como lo es Aguiar que un Obispo de una diócesis insignificante (para el) y sin intereses por escalar posiciones dentro de la Iglesia haya sido invitado a colaborar a un dicasterio al Vaticano.
En México se sabe que entre Aguiar y Wong hay un trecho como de Madrid a Sudáfrica ya que Patron Wong es un Obispo inteligente, pastoral y conciliador, de esos Pastores que la Iglesia necesita y no Obispos de Aeropuertos y trepadores como Aguiar.
Jorge Carlos de 55 años es el segundo al mando en la Congregación para el Clero (que presidio el brasileño Claudio Hummes) que preside Monseñor Beniamino Stella de 72 años.