EL OPACO, AMORFO Y DIVIDIDO EPISCOPADO MEXICANO


Y los Obispos mexicanos se volvieron a reunir. Fue la segunda semana de noviembre en su reunión ordinaria (la numero 96), la segunda y última que se realiza cada año. Con esta reunión podemos evaluar la  dirigencia de la CEM, encabezada por el Cardenal Francisco  Robles y su amigo Monseñor Javier Navarro quien ostenta el cargo de Vicepresidente y Eugenio Lira Rugarcia, secretario general.

Los católicos mexicanos  tienen un Episcopado  carente de liderazgo, no unificado y con  intereses personales por encima de los pastorales.


Esto se debe a la falta de un  líder  que  sepa unificar los criterios  y ver por los  intereses no solo de un grupo sino de todos los Obispos que actualmente son 130 distribuidos en 91 diócesis.

Robles, el fracaso de un líder en supuesto ascenso 

Lo que hace poco mas de un año se creía  que  el Cardenal Francisco Robles era   un liderazgo emergente capaz de conciliar otros liderazgos al interior del máximo órgano episcopal de México fue un fracaso, Robles no ha podido ni con su casa (Guadalajara)  ¿podrá a caso con el paquete  más grande que es el Episcopado?

Francisco Robles no  ha sabido dar respuesta a muchas de las interrogantes que muchos de sus colegas tienen. Ante los desafíos que  tienen  con el avance de las sectas, la falta de credibilidad en muchos lugares por parte de la Iglesia no ha sabido o no ha podido dar respuesta.

Líder opaco, sin  fuerza mediática e incapaz de solucionar conflictos el Cardenal Robles es ahora  un cero a la izquierda para muchos Obispos, aunque nunca veremos que los Obispos en México se  cuestionen unos a otros públicamente, pero al interior las criticas son muy fuertes, incluso mortíferas, esto habla de la política invisible  que se gesta al interior de la CEM.

Robles  ha guardado silencio en torno a muchos acontecimientos  que han marcado  este año en México, la violencia creciente, las constantes amenazas a Obispos y Sacerdotes por parte del crimen organizado, la campaña mediática por parte del gobierno a favor del Aborto y del Gaymonio, su silencio ante las reformas que el gobierno pretende hacer, mismas que están en contra de la misma dignidad de los trabajadores. Ante esto ningún Obispo, ni Robles se han pronunciado abiertamente, parece que quieren evitar una confrontación con el gobierno.
Los Obispos dicen mucho, hacen poco.

El episcopado mexicano tiene una estructura de cartón débil y  blandenge  por ende  tenderá a un  objetivo de escritorio. Que se puede esperar si la mayoría de los Obispos  son Obispos de escritorio y no verdaderos pastores.

El Objetivo para esta asamblea  es: “Profundizar y compartir el sentido de la nueva evangelización en México para enriquecer una audaz y entusiasta Misión permanente de la Iglesia, a partir,  de las diócesis, ante los desafíos de la secularización.

Gracias a esta apatía de los Obispos mexicanos quienes  se durmieron en  sus laureles ante los pasados acontecimientos ocurridos en el país, los ciclones “Ingrid” y “Manuel” que devastaron varias zonas del territorio nacional. La Iglesia  no  aprovecho esta circunstancia para salir a apoyar a la gente, su gente, se vio lenta ante estos acontecimientos. 

 A la jerarquía católica en México  dice mucho y hace poco. Además de que los Obispos de México  ni si quiera hicieron un pronunciamiento en contra de la negligencia del gobierno. Así como quieren evangelizar a un pueblo  golpeado por la violencia, el hambre, la falta de  oportunidades laborales. Es lamentable que solo quieran compartir y profundizar el sentido de la Nueva Evangelización, cuando el pueblo católico necesita un liderazgo presencial de sus pastores, por Dios, ¿que tienen los Obispos en la cabeza?. Por esta sencilla razón y desgraciadamente las sectas están  haciendo de las suyas.

Los Obispos mexicanos felices en su espacio de confort

Los 130 Obispos mexicanos distribuidos en 91 diócesis viven en su espacio de confort. Un espacio heredado por sus antecesores quienes les dotaron de privilegios. Existe el bajo y el alto clero, el bajo  son aquellos Obispos  que viven en diócesis pobrísimas, en zonas de difícil acceso, por lo general son Obispos que se la gastan su vida  atendiendo las necesidades pastorales de su feligresía, con escasos sacerdotes y pasando penurias económicas logran salir adelante, rara vez se ve  a estos Obispos en cargos de influencia en el Episcopado. Los Obispos del alto clero   ya los conocemos, son pastores de Aeropuerto,  se mueven con escolta o en autos ultimo modelo, rodeados de colaboradores y de lujos se la viven entre grandes comilonas, reuniones y en relaciones sociales, claro según ellos también atendiendo sus labores pastorales. Algunos de ellos (con nombre y apellido) aspiran a cargos mas elevados dentro de la jerarquía eclesiástica. 

A la espera de nuevos liderazgos

A los dirigentes actuales se les fue el tiempo. La vida les doto de la oportunidad  de ser actores de cambio en la Iglesia, pero no han sabido  o no han querido  hacerlo, es más fácil vivir mediocremente que comprometerse.  Muchos Obispos ya están cansados de tanta mediocridad, urgen nuevos y auténticos liderazgos, ojala  y el testimonio de los  Obispos norteamericanos les sirva a los Obispos mexicanos para ser verdaderos pastores y no simples mitras  sin cerebro.