El Vaticano lo sabía desde hace poco mas de 30 años. La doble vida del aberrante e inmoral Marcial Maciel era solapada por altos jerarcas Vaticanos, incluido el Papa Juan Pablo II quien en unos meses será proclamado Santo.
El entonces responsable de la Sagrada Congregación para la doctrina de la Fe, el Cardenal Joseph Ratzinger sabía de la situación, quizó poner orden pero una discreta voz le dijo que no se metiera en problemas con el mismo Papa. Guardo silencio, pero en cuento fue electo Papa fue una de sus principales prioridades, acabar con el inmoral Maciel. Pero,.. ¿que paso?,¿por que a mas de 5 años de haber tomado esta decisión las cosas siguen igual o peor?, ¿Por qué el Vaticano no ha puesto orden a este enorme desorden? Que es y será una piedrota en el Zapato de todos los Papas que vengan…
El dato es sencillo. La Legión de Cristo no se toca por la sencilla razón de que mueve no miles, sino millones de dólares en intereses ecónomicos, desde luego beneficos para la Iglesia. La corrompida mafia legionaria ha sabido corromper a la otrora mafia vaticana. Maciel y sus compinches la han sabido hacer, la supieron hacer.
En los medios católicos vuelve a ser noticia la salida del Padre Deomar De Guedes, el primer Legionario de origen Brasileño ordenado en el año 2000.
En una carta que escribió al superior general de la Legión en noviembre pasado y que ahora se ha filtrado a los medios de comunicación afirma que la Legión tiene un sistema "donde la institución vale más que la persona, donde eres pieza de un engranaje hasta que sirvas y después te tiran". En esa carta afirma que "hombres que dieron 20, 30 años de su vida los han despedido casi como malas personas e invitados por sus superiores a dejar la congregación". Un sistema basado "en una obediencia total, donde todo era la voluntad de Dios".
Deomar reconoce que también él formó parte y colaboró con ese sistema por "haber sido formado así" y sólo empezó a cuestionarlo "después de explotar la noticia sobre la veracidad de las acusaciones sobre el fundador y el sistema de ocultación que se había creado para protegerse". Sólo entonces, comenzó a darse cuenta de "cuánto ha habido de manipulación de mi conciencia a partir de estos principios". Y afirma tajante: "He percibido que he sido utilizado, e, infelizmente, he colaborado".
Una colaboración en un sistema de "obediencia total" que, según confiesa el Padre de Guedes, siempre le fue impuesto "desde fuera por los superiores", sin que hubiese por su parte "un discernimiento personal hecho en libertad".
Este boom y golpe bajo a la aun fuerte y desmoronante mafia Macielina al interior de la Legión se fortalece a unos días de que de inicio el Capitulo General para supuestamente reformar esta aberrante obra fundada por otro aberrante hombre que se sirvió de la Iglesia para vivir como príncipe.