EL JUEGO SUCIO DE AGUIAR CONTRA UN EX SACERDOTE


El sacerdote Dagoberto Valle Arriaga, tenía un alto cargo en el Vaticano, allá en Roma, pero su carrera eclesiástica se vio afectada cuando lo acusaron, sin prueba alguna, que había secuestrado y asesinado a su hijo de nueve años de edad, en el municipio de Ecatepec.


IMPREVISTO NOTICIAS. Sin embargo, hoy que esta libre, se establece que fue una conjura en contra de él, en la que están involucrados el obispo Carlos Aguiar Retes, entre otros altos clérigos de la Iglesia Católica Romana que usaron sus influencias en la Procuraduría General de la República (PGR) para arraigarlo, acusándolo de delincuencia organizada cuando no era más que un caso del fuero común la desaparición de su hijo.


Pasó ocho años en los penales de Barrientos, Chiconautla y Neza Bordo por un delito que no cometió y hoy que tiene apenas tres semanas de haber sido liberado gracias a un amparo, se ha encomendado a la búsqueda de su hijo Óscar Emmanuel Valle Hernández, que cuando fue encarcelado tenía nueve años y actualmente debe de tener 17 años.

EL PRINCIPIO DE SU DESGRACIA

El sacerdote originario de San Miguel de Allende, Guanajuato, pero que casi toda su vida la realizo en Texcoco y estudio en el seminario local, fue enviado a los 19 años de edad a estudiar a Pamplona España en la Universidad de Navarra de 1992 a 1999, en donde estudió teología, derecho, logrando hacer la licenciatura en derechos canónigo.

En 1995 regreso a México de vacaciones y sostiene relaciones sexuales con una mujer de nombre Rosa Martha Hernández Espinosa o María Félix Hernández Espinosa, de las cuales nació un hijo cuando aún era estudiante y sin ser aún sacerdote.

En 1999 se enteró de que de esa relación había un hijo, lo que comentó con el entonces obispo de Texcoco Carlos Aguiar Retes, quien le recomendó reconocerlo.

Además, para hacerse cargo de sus gastos sin hacer vida en pareja con la madre, ya que tenía decidido dedicarse a la vida sacerdotal, logrando ordenarse el ocho de Septiembre del mismo año.

“Como en conciencia sabía que era mi hijo, en noviembre lo reconoció como tal le di mis apellidos y me hice cargo de sus gastos”, explicó, agregó que el lo quiso reconocer legalmente para que tuviera sus derechos.
Estaba como vicario parroquial en Tezoyuca y en Texcoco realizaba labores importantes como presidente del Tribunal Eclesiástico, fue profesor en el seminario.

EL NUNCIO APOSTÓLICO LO INVITA AL VATICANO

Por su preparación académica y desempeño como sacerdote, fue convocado por el entonces nuncio apostólico Justo Mullor, “me ficha para que yo trabaje en el Vaticano, en la Secretaría de Estado, en la pontificia academia eclesiástica.
En el 2003 viaje a Roma para prepararme y desempeñar la responsabilidad diplomática que se confiere, sin embargo Justo Mullor tuvo muchos problemas en México, lo que hizo que su salida fuera con problemas, dejando ver una línea política bastante negra y delicada por parte de la iglesia.

LA CARTA ANÓNIMA

Entonces, a Roma llegó una carta anónima en donde se notificaba en el Vaticano que tenía un hijo reconocido legalmente.
En el 2005, el sacerdote Dagoberto Valle fue enviado a Camerún, África, a su regreso fue a visitar a su hijo, el domingo 18 de septiembre, pero dos días después, le reportan que desaparece.
“Estaba en Guanajuato porque mi abuela agonizaba” como consta en actas,a seguro el sacerdote, cuando le reportaron que su hijo había desparecido.

PRESIONES Y EXTORSIÓN POR SER CLÉRIGO Y TENER UN HIJO

Ese martes, supo que su hijo había desaparecido a las nueve de la noche, que subió a un coche color rojo, en la colonia Popular, del municipio de Ecatepec.

Dijo que posteriormente él fue a Ecatepec a ver a la madre de su hijo y estaba acompañada por tres personas que se hacen pasar como policías y que tenía que entregarles una extorsión para que no se hiciera una escándalo, porque lo acusaban de la desaparición del menor de edad.
Reconoció que les dio 10 mil euros y cinco mil pesos, lo subieron también a un coche rojo “Me decía que yo lo tenía, que lo había escondido.


Le tuvo que pedir ayuda al obispo de Texcoco, Carlos Aguiar, que lo envía con Manuel Corral Martín, secretario de relaciones de estado de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), quien lo invito a hospedarse en su casa.

Recuerda que llevaba una computadora portátil cuando se fue a hospedar a la casa de Manuel Corral, pero un día lo llama, porque lo querían ver unas personas y cuando baja lo entrega a policías que se identifican como de la AFI y lo conducen a la PGR.

Sin embargo, dejó su computadora abierta y empiezan más anomalías, ya que Manuel Corral entregó a la policía la computadora con un escrito en el que supuestamente el sacerdote había confesado que “había matado a su hijo”.

Dagoberto Valle estuvo arraigado 90 días en la PGR, cuando no lo ameritaba ya que el delito que se le imputaba era del fuero común, pero le inventaron el delito de delincuencia organizada para que pudiera intervenir la Procuraduría General de la República.

Dagoberto Valle señala que tras la desaparición de su hijo el junto con la madre del menor acudió a levantar una acta ante el ministerio público de Ecatepec, sin embargo Manuel Corral llevó a la madre del niño a levantar un acta ante la Procuraduría General de la República (PGR).

Durante el juicio, se presentó a declarar Jesús Vicente Aguado, quien era vicario general de Onésimo Cepeda, para señalar que durante el arraigo el escucho que había confesado que mató a su hijo, situación que Dagoberto Valle aseguró que fue falsa y desechada por el juez porque no había sustento.

Estableció que en noviembre de 2005 peritos de la PGR realizaron rastreos en barrancas en donde supuestamente estaban los restos de su hijo, pero nada encontraron.

DICTAN PENA CONDENATORIA DE 55 AÑOS DE PRISIÓN

“En febrero de 2006 ejercita acción penal en mi contra y soy internado en Barrientos. Todo para mi es un shock psicológico y emocional de que mi hijo esta muerto”.
Luego fue trasladado a Chiconautla de Ecatepec y le quitaron el delito de delincuencia organizada, ya que sólo fue un pretexto para que interviniera la PGR, aseguro.

En Septiembre 6 del 2013, hubo una sentencia de amparo directo que decía que “no quedaba comprobado el cuerpo del delito de secuestro con homicidio”, lo que indicaba que no quedaba probada la muerte de mi hijo por lo cual se me había condenado a 55 años de prisión, lo que presume se trató de tráfico de influencias.

CARLOS AGUIAR ENVÍA EMISARIOS QUE LO PRESIONAN PARA RENUNCIAR AL SACERDOCIO A CAMBIO DE SU LIBERTAD

En el penal Neza bordo, un día fue visitado por el sacerdote Víctor Ramón Aguirre Gómez acompañado de Víctor Manuel Tolima sacerdote en Texcoco, quien dice que va de parte de Carlos Aguiar Retes, quien le pide renunciar su ministerio eclesiástico y lo dejan libre; situación que rechaza.

Ante la negativa, el mismo Manuel Corral Martín quien lo entregara a la policía federal lo visita en la cárcel de parte de Carlos Aguiar, para pedirle la renuncia a su ministerio sacerdotal y que así moverían sus influencias para que saliera libre, lo que por segunda vez rechazó.

En el 2012 llegó el tercer emisario, en esta ocasión el obispo de TEXCOCO Juan Manuel Mancilla, le leyó de manera textual dos peticiones de Carlos Aguiar Retes, la primera que para que el saliera de la cárcel debería declararse culpable de la muerte de su hijo y la segunda que renunciará a su ministerio sacerdotal.
Al final acepto escribiendo una carta a Roma para solicitar se le dispensará su ministerio, siendo así fue como se activaron las instituciones de justicia, dando lugar al amparo que le permitió ser libre.

SALIÓ LIBRE Y BUSCA A SU HIJO

Ahora Dagoberto Valle Arriaga no busca investigar que hubo detrás de lo que se considera un complot o conspiración en su contra por parte de las autoridades del Episcopado Mexicano, ahora sólo busca encontrar a su hijo, para lo que ya acudió a CAPEA Y ODISEA, a fin de seguir las instancias para localidad al menor que ahora debe de tener 17 años.

Cabe señalar que según testigos el día que el pequeño Oscar Emanuelle desapareció, subió por su propia voluntad a aún auto rojo, lo que coincide con la presencia de los sujetos en la casa de la mamá del menor Rosa Martha Hernández Espinoza, quienes lo extorsionaron cuento acudió para ser notificado de la desaparición del niño.

A menos de un mes de haber salido de la cárcel, un padre, obligado a dejar la carrera sacerdotal, sólo busca saber en donde está su hijo, ya que sí no hay evidencia de su muerte, “es que esta vivo, sólo quiero saber en dónde”, refiere.

con Información de: Jose Luis Tellezgiron C.

Articulo publicado en  IMPREVISTOS NOTICIAS en octubre de 2013