Una de las ideas que tiene el Papa Francisco con la reforma de la Curia, es limitar de los plenipotenciarios poderes a la Secretaria de Estado, aquella entidad del Vaticano que en ocasiones tenía mucho mas poder e influencia que los Pontífices. El poder de la Secretaría se gesto en tiempos del Cardenal Agostino Casaroli, pero ahora Francisco pretende limitarla casi al 100 %.
La idea es comentarlo con los Cardenales en el próximo Consistorio de este mes. De hecho los rumores en el Vaticano sobre la reforma de la reforma de la Curia y que serán tratados con todos los Cardenales son cada vez mas latentes.
Resulta que en el Vaticano son cada vez mas frecuentes los comentarios de que el Papa pedirá la opinión de todos los Cardenales para llegar a tan necesaria reforma.
Casi todas las decisiones tomadas en el Vaticano pasan, se evalúan y se ejecutan por la Secretaría de Estad. El objetivo primordial de Francisco es limitar en su totalidad a la Secretaría de Estado y limitarla solo a las gestiones diplomáticas y las relaciones con los Estados, una especie de oficina de relaciones exteriores.
Y es que siempre el Secretario de Estado ha tenido mas poder de decisión que el mismo Papa, incluso se llego a comentar en el mismo Vaticano que era una especie de Vice Papa. Dentro de esta reforma se busca que la figura del “sustituto de la Secretaría de Estado” saldrá a relucir, porque se convertiría en una especie de “jefe de Gabinete” del Papa.
El gran reto de Francisco es lograr la reforma de la Curia, en especial de la Secretaria de Estado. Haciendo esta reforma, dará un golpe tremendo a la mafia que controla desde hace más de 30 años al Vaticano.