Hace unas semanas el Papa dirigió un mensaje a la influyente Congregación de los Obispos. Entidad Vaticana responsable de los nombramientos episcopales a nivel global.
Francisco fue tajante, claro y directo. Para muchos fue enérgico, para otros dentro de la Curia y en la Iglesia fue exagerado. Pero días después le dan la razón, y es que la verdad no peca pero incomoda.
El Papa definió lo que serán los nuevos criterios para la elección de los Obispos, una especie de perfil de los candidatos a serlo. Y es que la Iglesia en estos tiempos necesita:
Auténticos Pastores, y Pastores con olor a oveja, como lo dijo el Papa hace meses, o sea la Iglesia ya no necesita Obispos de escritorios, obispos materialistas, obispos egocéntricos, sino Obispos que salgan de su circulo de confort y salgan en busca de sus laicos, que sepan guiar, pastorear a quienes les han sido encomendados. Obispos que se bajen de sus autos de lujos y recorran sus diócesis, que dejen sus reuniones con empresarios y gente adinerada y vayan a las periferias de su diócesis a convivir con los pobres. La iglesia necesita Obispos cercanos.
Pastores Orantes y kerigmaticos, que tengan como base de su vida la oración, el encuentro con Cristo que da testimonio de vida. Y es que parece que los Obispos solo se dedican a atender personas en sus oficinas y a celebrar por celebrar, visiblemente se ve la carencia de la oración en la vida de nuestros pastores, porque se han volcado al activismo, se les ha olvidado que ellos tan solo son representantes y su ego les ha impulsado a predicarse y no a predicar al Resucitado.
Obispos con carácter, ya que muchos Obispos se dejan manipular por los que colaboran con el, diría un buen amigo, son “los lobbys que se encuentran alrededor del Obispo” y que le opacan al mismo ante los demás miembros del Presbiterio, esos lobbys son los que hacen daño al mismo Obispo, a los Sacerdotes y a la iglesia en general, y el Obispos es rehén de esos pequeños grupos que son los que concentran el poder en las diócesis, es por eso que se necesitan Obispos con carácter y capaces de dirigir una diócesis.
El Papa ha dicho que “no nos sirve un manager, un administrador delegado de una empresa, nos hace falta alguien que sepa elevarse a la altura de la mirada de Dios para conducirnos hacia El”, y es que en muchos nombramientos episcopales de los últimos años se ha visto mas la necesidad de quien promueve que la misma necesidad de la Iglesia particular. Y el Papa afirmo que no se necesitan “hombres condicionados por el miedo de lo bajo, sino Pastores dotados de parresia (termino griego que significa decirlo todo, hablar libremente) capaces de asegurar que en el mundo hay un sacramento de unidad y por lo tanto la humanidad no esta destinada al abandono y al desamparo”. Afirmo que “Profesionalidad, servicio y santidad de vida” es un trinomio a lo que cada Obispo esta llamado.
Afirmo: “es cierto que necesitamos a alguien que sobresalga: su integridad humana asegura la capacidad de relaciones sanas…para que no proyecte sobre los demás sus carencias y se convierta en factor de inestabilidad… su preparación cultural le permite dialogar con los hombres y sus culturas…su ortodoxia y fidelidad a la Verdad completa custodiada por la Iglesia hace de el un pilar y un punto de referencia…su transparencia y su desapego a la hora de administrar los bienes de la comunidad le otorgan autoridad y encuentran la estima de todos”.
Esta intervención del Papa es fuerte, pero necesaria, mas en estos tiempos en que muchos obispos parecen mas empresarios o socialites que verdaderos pastores.