LOS LOBBYS EPISCOPALES Y LA VISITA AD LIMINA


Son varios. Todos fungen como secretarios particulares de los Obispos mexicanos. En su mayoría son Sacerdotes jóvenes, algunos ya fueron enviados a estudiar a Roma, otros están en proceso. En los distintos presbiterios diocesanos son tratados con pinzas, por que saben que cualquier error o comentario (delante de ellos) puede costar caro.

Sus protectores (en este caso el Obispo) los eligió por algo, ya sea por su capacidad organizativa, por su manera de dirigirse a las personas, por capacidad de desenvolvimiento, o por otras cosas un poco mas extrañas, pero nunca por su santidad o sabiduría. En alguno de los casos han sido recomendados, en otros fueron conocidos desde el Seminario o poco después de la ordenación.

Por lo general quienes forman parte del primer círculo del Obispo se distinguen por tres cosas: son arribistas, huecos y tienen una doble vida muy arraigada.

Arribistas: si platica uno con sus compañeros se da uno cuenta que desde el Seminario era el típico alumno barbero, modosito y ambicioso, capaz de derribar a quien fuera con tal de conseguir el cargo que quisiera.

Huecos: son hombres de poca espiritualidad y mucha mundanidad. Presumen de su vasto conocimiento en vinos, viajes y cosas exclusivas. Algo exquisito para los Obispos, que en la mayoría de las veces se mueven en las altas esferas.

Doble vida: en la mayoría de los casos la doble vida los lleva a escalar posiciones ad intra de la Iglesia, algunos lo logran, otros no. Su cargo les da confianza para seguir con su doble vida. Así conocí a dos secretarios de dos Obispos de dos lugares diferentes, uno viajaba a otro lugar cercano para derrochar su sexualidad, uno mas vivía envuelto en el alcoholismo, sus Jefes lo sabían, pero los tenían siempre a su lado.

Es difícil encontrar a un Secretario santo y sabio. Al menos no he conocido a uno, ni a un Obispo que haya elegido a uno con esas características, si lo conocen díganme.

Tienen contacto directo con sus jefes (los Obispos), se llega a crear tal confianza que el secretario llega a enterarse de las debilidades del Obispo y de la problemática de la diócesis, al grado que con astucia e inteligencia este guarda esta información para poderla utilizar cuando mejor le convenga. He ahí por que tenemos tantos Obispos huecos y mundanos.

Los Secretarios anhelan protección y con tal de tenerla son capaces de todo, y digo todo sin escatimar recursos. Si no han sido enviados a estudiar buscan ser enviados, si ya lo son, buscan una parroquia chica, sin trabajo, escudándose en el amplio trabajo en la Curia y con el Obispo. Viven en medio de lujos, autos, relojes, casas, participan en comilonas caras y pagan restaurantes caros, todo esto por que son Secretarios del Obispo, esto lo justifica todo.

Si el Obispo es débil y de poco actuar estos son el poder detrás del trono. Influyen, comentan , proponen y en el peor de los casos imponen cualquier situación buena o mala a los débiles obispos.

El Presbiterio en general sabe que si quiere llegar al Obispo tiene primero que pasar por este Secretario, y de el depende si quiere que lo vea o no. Por eso hay que tratarse bien con este personaje. Y si hay alguien que haya tenido problemas con el anteriormente, su estancia al lado del Obispo le servirá para vengarse.

Este es el círculo más cercano e intimo de un Obispo mexicano. El Lobby episcopal, un selecto club de zánganos que mueven a su antojo el poder en la mayoría de las diócesis mexicanas, que a manera de sugerencia ponen e imponen. Es muy común escucharlos: “señor Obispo dicen que….”, “Señor Obispo como ve este caso…”, “Señor Obispo tómelo como sugerencia y no me haga caso pero….”. Son muy labiosos y pareciera que leen cada noche el Príncipe de Maquiavelo. 

El Lobby esta formado por el Secretario y por sus amigos, quienes poco a poco van recomendando al Obispo (en algunos de los casos como Rector del Seminario, vicarios Episcopales, de pastoral, o vicario General) , al grado que llegan a formar una especie de muro de contención, donde el Obispo muchas veces ni se da cuenta. Muchos lobbys llegan a tener un poder más que el mismo Obispo. Es por eso que el Presbiterio de a pie siempre ve a los mismos en los mismos cargos, los mismos organizando los eventos diocesanos y los mismos siempre hablando con el.

Estos lobbys tienen caducidad, y existen mientras el Obispo esta en la diócesis. Por eso a como de lugar buscan posicionarse lo mejor que puedan. Para que cuando se vaya estos queden afianzados, por que no saben quien llegue.

Esta es la mafia diocesana que esta siempre al lado del Obispo y la principal causante de muchos problemas de las iglesias particulares de México. Desde hace dos semanas están en Roma, acompañando a su Jefe, para ellos es tiempo de descansar y si ya estudiaron en Roma buscar viejas amistades, extender las redes de influencia. Para muchos este tipo de actividades sirve para promocionarse de la mano de su mentor, su protector, su promotor.



Es fácil encontrarlos, su egocentrismo, narcisismo y ansia de poder los delatan, siempre cerca del Obispo, a quien le agradecen infinitamente su “confianza” por haberlos invitado a Roma con todos los gastos pagados, y como ya están de ese lado, bien podrían ir a Tierra Santa, a España o a Alemania. Estos hombres no tan santos, elegidos por el Obispo por su “porte, distinción y eso si mucha ambición”.