Parecía que la disputa entre la Universidad Católica de Perú y el Vaticano se había quedado en el baúl de los recuerdos. Recordemos que en julio de 2012 el Vaticano decidió prohibir a la casa de estudios llamarse “Católica” y “Pontificia”, ya que los estatutos de la Universidad no estaban de acuerdo a los intereses del Vaticano.
Muchos piensan que la disputa es un conflicto de intereses entre el Arzobispo de Lima el Cardenal Juan Luis Cipriani, conservador y del Opus Dei, quien funge como Gran Canciller y los directivos y docentes de dicha universidad. A finales del 2012 el Cardenal retiro el permiso de impartir la cátedra de Teología. Aludiendo que la Universidad no cumple las indicaciones de fidelidad doctrinal que el Vaticano pide para poder dar esa materia.
Gracias a este incidente muchos blogeros definieron a la institución como una entidad rebelde, todo por no acatar la orden del Vaticano, que no radica solo en la cátedra de teología, o en llamarse católica o pontificia, hay otras cosas que si bien le da el legítimo derecho de luchar a los Universitarios por defender sus derechos. Cosa que el Vaticano debe entender, o al menos con el nuevo Pontificado ser mas flexible.
Marcial Rubio, actual rector de la Universidad dio a conocer la semana pasada que el Vaticano a través de la Nunciatura Apostólica de Perú le informo que el Papa Francisco ha constituido una comisión Cardenalicia que se dedicara a tratar el asunto de la Universidad que dirige. Esta Comisión esta presidida por el Arzobispo de Budapest, el Cardenal Peter Erdö y le apoyaran en la investigación el Arzobispo de Santiago de Chile Cardenal Ricardo Ezzati y el Arzobispo de Quebec el Cardenal Gerald Lacraoix. Esta comisiñon tiene como misión encontrar una solución final a este problema, basados en la constitución apostolica Ex Corde Eclesiae.
Mientras tanto la Universidad Católica de Perú (UPCP) en los pasados ciclos escolares no modifico su nombre, ni le quito las palabras de Católica y Pontificia, aunque se lo haya demandado el Vaticano, y los sigue utilizando ya que son marca registrada legalmente en ese país. Así que todo apunta que la UPCP se saldrá con la suya. Mientras que el Vaticano tendrá ceder poco para no perder tan importante universidad sudamericana.