EL CASO DEL SACERDOTE VIOLADOR DE SAN LUIS POTOSI, UN VIVO EJEMPLO DE LO QUE SUCEDE EN LA CÚPULA ECLESIASTICA EN MEXICO



Tiene más de 30 años practicando la pedofilia. Incluso desde antes de entrar al Seminario. Es el típico Sacerdote influyente, intocable y ambicioso que la jerarquía eclesiástica protege. Después de múltiples denuncias al Arzobispado y a la Nunciatura, las cuales nunca fueron hechas llegar a Roma, hoy gracias a una denuncia ciudadana, es prófugo de la justicia y la Iglesia de San Luis Potosí esta en el banquillo de los acusados, sometida a un escrutinio publico.



El Violador

Se llama Eduardo Cordova Bautista. De familia de clase media alta, siempre estudio en Colegios maristas. En plena adolescencia perdió a su padre y su madre se volvió a casar. Uno de los incidentes que marcaron su vida fue el suicidio de su hermana, la cual fue violada por su padrastro, fruto de esta violación nació una niña, que fue dejada en un orfanato por el mismo Córdova.

A principios de los 80s ingreso a la Universidad Autónoma de San Luis Potosí de donde se graduó como Licenciado en Derecho, de inmediato los hermanos Maristas de la escuela donde estudio le invitaron a participar como maestro. Es ahí donde conoció al capellán del colegio, al padre Juan Manuel Mancilla, quien mas tarde seria nombrado Obispo  auxiliar de Texcoco, luego de Ciudad Obregón y ahora es Obispo titular de Texcoco. La relación entre Eduardo y el Padre Juan Manuel siempre fue de profunda amistad, incluso el Padre Mancilla lo invito a formar parte de varios grupos fundados por el, dedicados a la atención de jóvenes y adolescentes.

Siendo estudiante de derecho hizo amistad con varios Sacerdotes, incluso con el Obispo de la Diócesis Ezequiel Perea (del clero de San Luis Potosi, Obispo de 1972 a 1986), quien en repetidas ocasiones le invitaba al Seminario, pero Eduardo Córdova quería primero terminar la carrera.

Ya tenia antecedentes de pedofilia antes de entrar al Seminario, en 1982 hubo un incidente, fue acusado ante las autoridades del Colegio por haber manoseado a un par de adolescentes, los padres de familia acudieron ante las autoridades del colegio, asesorados por el Sacerdote José Luis Dibildox (hoy Obispo de Tampico) y quien en ese tiempo era párroco y en su jurisdicción estaba dicho colegio. El problema fue que nunca se hizo una denuncia ante autoridades civiles, todo se manejo con las autoridades del colegio.

Ingreso al Seminario en 1983, gracias a la poderosa recomendación de Monseñor Perea, por eso no hizo pre seminario, ni curso introductorio, ni filosofía, entro directamente al curso de Teología. Siempre argumento entre sus compañeros que ya había estudiado derecho, que no era necesaria la filosofía, “siempre se refugiaba en el Derecho canónico, el cual conocía muy bien” afirmo uno de sus ex compañeros.

Ya como diacono trabajo en la curia diocesana, gracias a la relación de amistad que mantenía con algunos Sacerdotes. 

Supo aprovecharse de las circunstancias de cambio que en ese tiempo vivía la iglesia potosina, y es que en 1987 el Vaticano había aceptado la renuncia canónica de quien había sido su impulsor al Seminario, de Monseñor Perea, en su lugar nombro al Obispo de Tampico a Monseñor Arturo Antonio Szysmanki, el cual llego en 1987 a San Luis Potosí, de inmediato se puso a su disposición y se gano su confianza. Al año siguiente, en 1988 era ordenado por el mismo Obispo quien meses mas tarde seria elevado al rango de Arzobispo y era erigida San Luis Potosí a Arquidiócesis. De inmediato ya como Sacerdote se dedico a desmantelar los grupos formados de sacerdotes que eran hostiles al trabajo de Szysmanki y así se convirtió en su operador, quien se hizo de enemigos, pero el Arzobispo lo fue protegiendo, recomendando y encumbrando hasta llenarlo de cargos, incluso el de apoderado legal de la arquidiócesis.

Aparte de apoderado legal de la Arquidiocesis funge como Consejero  y consultor en diversos cargos del Gobierno de San Luis Potosí

Su oscuro e influyente protector

Muchos se preguntan como en 26 años de vida sacerdotal las autoridades eclesiásticas no hayan hecho nada con el caso de este Sacerdote, quien impunemente se movía en las altas esferas político y  clericales en México. La pregunta obligada es ¿Quién era o es su protector?, solo así podemos saber de donde viene tanto poder e influencia de este Sacerdote violador.

Su protector se llama Arturo Antonio Szysmanki, quien tiene 92 años y ahora es Arzobispo emérito de San Luis Potosí. Monseñor Szysmanki nacido y ordenado en Tampico. Fue promovido al episcopado por el entonces Obispo de Tampico, Ernesto Corripio Ahumada, quien mas tarde seria el Arzobispo Primado de México. Su primer destino a los 38 años fue como Obispo coadjutor con derecho a sucesión de San Andrés Tuxtla en Veracruz, cargo donde duro casi ocho años. El protector de Szysmanki siempre fue Ernesto Corripio Ahumada a quien se le apodaba Ernesto “Corrupto” Ahumada, por ser uno de los Obispos – masones ligados al PRI de los años 70s, de ahí fue donde aprendió Arturo apodado monseñor “Prismanski” quien era mas respetado y consultado en los círculos político – masones que clericales. Es por eso que Arturo Szysmanki le interesaba que su pupilo, abogado y operador de el , se empapara de diversas actividades con gente influyente, la triangulación era: Szysmanki –Corripio – Córdova, quien era una especie de mensajero entre estos dos obispos masones, por eso sus múltiples idas a la Nunciatura y a visitar al Cardenal Corripio.

Mientras mas poder amasa un Sacerdote mas se corrompe, y es por eso que Córdova se excuso en el poder para seguir haciendo sus fechorías, su ultimo escalón era buscar a como diera lugar ser Obispo, por eso presumía su amistad con los Nuncios  Prigione y Bertello.

La arquidiócesis encubrió, Protegió y Silenció

Común en la Iglesia mexicana, en todos los casos donde sucede abuso sexual encubren, protegen y silencian a las victimas, supuestamente para evitarle un escandalo mayor a la Iglesia.

En julio de 2012 los padres de las victimas visitaron las oficinas del Arzobispado para buscar una audiencia con el Arzobispo Carlos Cabrero Romero, recientemente nombrado por el Vaticano como Arzobispo de San Luis, en sustitución del Arzobispo Luis Morales Reyes. Las horas pasaron y el Arzobispo no los atendió personalmente, solo hasta el momento de la juramentación , por lo que quien si los atendió fue el Sacerdote Gilberto Amaya Martínez, vicario episcopal y promotor de justicia del Tribunal Eclesiástico quien los hizo firmar una declaración jurada ante Dios (y ante el Arzobispo)  para mantener en secreto y estricta reserva las acusaciones en contra del sacerdote, quien es acusado de haber violado en agosto de 2011 a un adolescente, ahí mismo se les recomendó a los padres denunciantes no acudir a la justicia civil y mantener en secreto los hechos, para conservar en el anonimato a las víctimas, todos ellos estudiantes.

Mientras tanto el vocero del Arzobispado Juan Priego Rivera ante el testimonio de las victimas afirmo a la prensa que en lo referente al caso de los abusos del Padre Cordova: “eran difamaciones porque las víctimas no habían presentado pruebas de la agresión sexual, ni denuncias ante la Procuraduría de Justicia de San Luis Potosí ni en la Comisión Estatal de Derechos Humanos” y dijo que “Es una acusación gravísima, y sabemos que quien acusa tiene que probarlo y no atenerse a simples rumores”.



El Arzobispo

Se llama Carlos Cabrero Romero, tiene 68 años, nació, se crio y estudio en San Luis Potosí, así que conoce perfectamente ala sociedad potosina. Amigo personal del Cardenal Javier Lozano, a quien conoció en Roma y quien lo propuso para que sucediera al Obispo Fernando Chávez entonces Obispo de Zacatecas, fue así que en 2008 fue consagrado Obispo de Zacatecas. Y en 2012 fue promovido a ser el Arzobispo de San Luis Potosí, en sustitución del corrupto Arzobispo Luis Morales Reyes, operador político del Episcopado con los gobiernos Priistas.

La relación de amistad de Monseñor Carlos Cabrero Romero con el Sacerdote pederasta es muy amplia, de confianza, de amigos. Eduardo Córdova lo visitaba varias veces a la semana y comían o desayunaban juntos. No por el cargo de apoderado legal de la Arquidiócesis sino por la amistad que les lleva desde el Seminario, cuando Carlos Romero era formador del mismo. Ahora el Arzobispo presionado por los grupos de laicos que andan buscando a este delincuente tuvo que acatar la orden de Roma de suspenderlo, mas aun lo sigue protegiendo, sabiendo que las acusaciones en contra de este Sacerdote pesaban por más de 20 años.

El Gobierno

Tanto los anteriores gobernadores de San Luis Potosí Marcelo de los Santos (PAN) y Fernando Silva (PRI) como el actual Fernando Toranzo (PRI) sabían de las acusaciones y movidas del Sacerdote pedófilo. Lo encubrieron, lo premiaron con cargos en sus administraciones, lo invitaban a sus casas, era una especie de capellán familiar, sobretodo de este ultimo, viajaban con el y sobretodo lo protegieron, hoy el gobernador no quiere hablar del caso y guarda silencio.

¿Por que tanto encubrimiento?

Eduardo Cordova conoce muy bien los tejes y manejes de la pedofilia en San Luis Potosi, conoce el lado oscuro de muchos Sacerdotes, Obispos, empresarios y políticos, es la punta de lanza de una red de pedofilia donde las altas esferas están metidas hasta el cuello. El caso de este sacerdote es el vivo ejemplo de la corrupción que se vive en la cúpula eclesiástica mexicana.

Mientras tanto el Vaticano, reconoce que es pedofilo, gracias a la carta con pruebas enviada por un grupo de abogados, ni la Nunciatura, ni la Arquidiocesis había hecho señalamiento alguno, tuvieron que ir directamente al Vaticano, quien solo recomendó quitarlo de su cargo y suspenderlo, lo ideal seria indicar al Obispo entregar la información a las autoridades y proseguir segun el proceso legal que se le debe hacer a un violador. Pero que se puede esperar si la Iglesia no dice nada. Su silencio cómplice le costará. Mientras tanto se abre la cloaca de la pedofilia en la Iglesia mexicana, la tan protegida por intereses ad intra y ad extra.