LA VISITA DE PEÑA NIETO AL VATICANO




En unas horas el papa Francisco recibirá en visita oficial al Presidente de México. Una visita importante, política y estratégica para el Vaticano y para el gobierno priista de Enrique Peña Nieto. Hace unos momentos fue recibido por Monseñor Gaenswein en el aeropuerto.

Las cosas en México no andan bien. Violencia, pobreza, inseguridad, malestar, descomposición del tejido social y el estancamiento de unas reformas que no han sido lo que con bombo y platillo ha intentado anunciar y justificar el gobierno de Peña, quien en cierto modo es un gobernante popular, pero mas popular por sus errores que por sus aciertos. En general un porcentaje elevado de mexicanos se mofa de el en las redes sociales.

Hace un año el equipo de asesores del Presidente Peña buscaban y proponían una reunión con el Papa Francisco, la idea era justificar los cambios que venían proponiendo en lo que a reformas se referían. Ya no era necesaria la influencia y la estrecha relación de amistad que tenia Enrique Peña Nieto con el ex Presidente de la Conferencia Episcopal Carlos Aguiar Retes, ni tampoco con el actual, Francisco Robles, de hecho Peña abrió una oficina especial en los Pinos para atender las demandas de los Obispos, algo inusual pero necesario, puesto que el gobierno mexicano sabe el peso que tiene la Iglesia católica actualmente en ese país.

La propuesta de la visita oficial al Vaticano tendría que ser después del tan anunciado viaje pastoral del Papa Francisco a tierra Santa y antes del 1º de Septiembre, fecha en que Peña Nieto cumple un año mas de haber sido elegido Presidente, el cual aun sigue en duda si fue elegido democráticamente. En estas fechas se atravesaron dos eventos importantes, el primero, la reunión ordinaria de la CEM, donde los obispos cuestionaron las reformas y la incapacidad del Gobierno de solucionar la problemática del país y la Visita ad limina de los Obispos de México al Vaticano, donde hablaron de la realidad que aqueja al País al Papa, quien se pronuncio duramente ante lo que ocurría en México. 

En este sentido los Obispos mexicanos y la Iglesia la llevan de ganar, si es que el Vaticano con toda la información que tiene puede negociar sus intereses con el gobierno mexicano. Por lo que parece los intereses son dos, el primero defender la vida y la familia sobretodo en estos momentos en que la ola pro aborto se viene destapando de nuevo en diversos estados de la Republica y el segundo, garantizar que la Iglesia católica sea la principal entre la ola evangélica que ha azotado México en los últimos años. 

Peña va a Roma con el fin de buscar apoyo moral de parte del Vaticano para que este “avale” sus reformas y así justificarlas, las cuales no han caído bien entre los mexicanos; dichas reformas han sido cuestionadas fuertemente por los Obispos en México y en Roma. Peña busca también invitar al Papa a México, esto ultimo esta en manos de la decisión de Francisco, quien quiere a los mexicanos pero no a algunos Obispos, porque son Obispos-Príncipes, y a esos Francisco los detesta.